Una mirada sobre «Girl» (alerta spoiler)
Girl es una película belga escrita por Dhont y Angelo Tijssens. La misma se basa en la historia real de la bailarina belga Nora Monsecour.
A lo largo del film se puede ver a Lara (Víctor Polster), una chica transexual de 16 años, que sueña con convertirse en bailarina. El camino para cumplir este sueño se ve atravesado por la incomodidad con respecto a su corporalidad, el bullying y un torbellino de emociones.
Una pregunta válida para comenzar es porque se elige como actor protagonista para esta película a un varón cis, dejando por fuera la posibilidad de que una actriz trans, si lo desea, interprete este papel.
Vale aclarar que la vivencia de cada persona transexual, travesti y transgénero es totalmente subjetiva, al igual que las vivencias de cada persona en el mundo. Por ello debe tenerse en cuenta que los comentarios que se realizaran a continuación no pretenden cuestionar la veracidad de la historia de Nora, o la posibilidad de que ciertas personas transiten por experiencias similares, sino más bien se trata de la opinión de quien escribe acerca de la película.
Comenzando el film nos encontramos con una chica trans, siguiendo su sueño de bailar, y al mismo tiempo persiguiendo su deseo de adecuar su cuerpo a sus expectativas personales. Esto último es, no solo acompañado por un grupo de profesionales, sino también por su padre Mathias (Arieh Worthalter). Este último se muestra durante todo el film como un padre comprensivo, amoroso, preocupado y dispuesto a acompañar a su hija en cada decisión y proceso.
Una escena que da pie a pensar es aquella en la que el profesor de la clase dice: “Quizá sea una pregunta directa, pero Lara, te pediré que cierres los ojos mientras les pido a las demás niñas que levanten la mano si tienen algún problema en que Lara se cambie en el vestuario de chicas”.
A esa altura de la película se puede ver a una chica integrada en su clase, con compañerxs y participando como todo el resto. Sin embargo, es el profesor quien muy directamente establece una diferencia, genera una marca, para distinguir a Lara del resto. Por los resultados de esta experiencia y por como observamos a la protagonista a estas alturas del film podemos suponer que no había inconvenientes o quejas hacia ella, sin embargo, es un docente quien por algún motivo comienza con discriminar a aquella chica. ¿Cuál es la necesidad de exponer tan cruelmente a una alumna en un ambiente de supuesto respeto?.
Otro momento de interés es aquel en el que la bailarina se encuentra entrenando con una profesora y esta le dice: “Algunas cosas no se pueden cambiar, ¿no? No puedes recortar tus pies”. Se trata de un comentario que a simple vista puede parecer completamente inofensivo, pero si prestamos atención, el mensaje que Lara recibe es otro completamente. Valga aclarar que quizá el mensaje que la profesora quiere dar es el que Lara entiende. Algunas cosas, como el hecho de que tengas pene, no se pueden cambiar. Asunto que durante toda la historia angustia a la protagonista.
El bullying comienza a hacerse presente con sus compañeras en el momento en que Lara es obligada, aunque sutilmente, a ducharse. A pesar de las escusas y notoria falta de ganas, termina cediendo.
Algo similar, aunque mucho más explícito quizá, sucede en el cumpleaños de una de las chicas. Al llegar a la fiesta la madre de la cumpleañera le dice: “esta es tu habitación, las chicas duermen al frente”, estableciendo así una diferenciación entre ella y las demás chicas de su clase. Con esta bienvenida, la fiesta de cumpleaños no hace otra cosa que empeorar.
En una escena próxima, luego de que se la viera a Lara en la pileta resistiendo literalmente algunos golpes, comienzan las demás chicas a indagarla sobre sus genitales: “¿Cómo haces en tu clase de ballet? ¿Te lo pliegas?”, “tercera pierna”. A continuación, todas las compañeras le piden, u obligan en realidad, a que muestre su pene sumando a esto la pregunta insistente de “¿Debemos verte como chica o chico?”.
Tras esta escena vemos como la actitud, el ánimo, la personalidad de Lara cambia.
El encintado de sus genitales para las clases de ballet siempre estuvo, pero ahora su salud corre mayor peligro, se comienzan a ver las consecuencias físicas de sus acciones.
La protagonista se encuentra desesperada por ver cambios en su cuerpo. Tras la realización de un detenimiento de su pubertad con inhibidores, comienza a tomar hormonas prescriptas por su médica, aunque aumentando la dosis recomendada. Al expresarle a la profesional su ansiedad, tristeza, angustia por no ver cambios en su anatomía y solicitarle un aumento de la dosis hormonal, la misma no tiene mejor consejo: “Trata de no enfocarte en tu aspecto”. ¿Es acaso una broma de mal gusto?.
Llegando al final y tras un deterioro de la salud de Lara nos encontramos con un trágico desenlace. La protagonista se automutila, corta su pene, previamente habiendo llamado a emergencias para ser asistida luego del suceso.
A continuación, y casi en cámara rápida, es llevada al hospital, donde se despierta junto a su padre, y ambos lloran y sonríen a la vez. Al parecer, y por la expresión de la protagonista, ahora si se siente completa. Y mostrándola caminar feliz y con estilo termina la película.
¿Cuál es el mensaje? ¿Para ser una “verdadera” mujer no se debe tener pene? ¿Es mejor lastimarse a esperar los tiempos médicos? Porque no se trata de una persona con falta de acceso al sistema de salud, por el contrario, cuenta con la posibilidad de un tratamiento, además de ser acompañada por su familia. ¿Entonces? ¿Se trata de un acompañamiento deficiente por parte de lxs profesionales de salud? (recordemos algunos de los consejos que le dan los mismos a lo largo de la película) ¿El pene hace al género y/o al sexo?.
Claramente tanto el género como el sexo biológico son construcciones sociales, entonces sigo preguntándome, ¿cuál es el mensaje de este final? ¿Qué nos transmite la película?.
Vale aclarar que Lara es una chica en todo momento. Con o sin hormonas, con o sin inhibidores, con o sin cirugía. Y esta crítica no pretende generar juicios de las decisiones de cada individux en su vida. Sino más bien invitarlxs a pensar cual es el mensaje de la película y las consecuencias que puede llevar a adolescentes, adultxs y jóvenxs, tanto cis como trans, que ven esta historia en sus pantallas.
Lic. Jess Gutman.