Noticias | marzo 10, 2020

Argentinas y chilenas abanderan el feminismo


Latinoamérica despertó tarde en la reivindicación masiva feminista, pero cuando lo hizo sentó cátedra con sus acciones y movilizaciones, que sirvieron de acicate en otras partes del mundo. El último ejemplo es el de Las Tesis, colectivo chileno creado por cuatro chicas de Valparaíso cuya performance viral, Un violador en tu camino , ha sido emulada, traducida y adaptada, en un sinfín de ciudades del mundo para denunciar la violencia de género.

La canción dice que “el patriarcado es un juez que nos juzga por nacer y nuestro castigo es la violencia que ya ves”. “El Estado violador es un macho represor”, asegura en otro verso, antes de concluir que “el violador eres tú”.

Las Tesis estaban preparando la canción para un montaje artístico cuando precipitaron su estreno en una plaza de Valparaíso el 20 de noviembre, un mes después de que estallara la revuelta en Chile y se produjeran decenas de denuncias de mujeres contra la policía por abusos sexuales en la represión de las protestas.

De hecho, la letra original incluye una feroz crítica a los Carabineros –policía militarizada– y está basada en ideas de la antropóloga argentina afincada en Brasil, Rita Segato, que se ha convertido en una de las principales referentes del feminismo latinoamericano.

Mucho antes de la performance de Las Tesis y de la revuelta chilena –que el lunes vivirá una huelga general feminista–, la lucha contra la violencia machista en Latinoamérica empezó a visibilizarse en Argentina. Fue en el 2015, a raíz del asesinato de Chiara Páez, una joven embarazada de 14 años de Santa Fe que murió a causa de una paliza que le dio su novio, también menor de edad. Un grupo de periodistas convocaron una movilización el 3 de junio de ese año bajo el eslogan Ni una menos . Les preocupaba el sesgo morboso y acusador hacia las mujeres que tenían muchos medios de comunicación, especialmente la televisión, cuando hablaban de crímenes de género. La manifestación de Buenos Aires, frente al Congreso, reunió a 150.000 personas y muchos millares más se concentraron en otras ochenta ciudades. El inesperado éxito de la convocatoria sorprendió al país y al mundo. El movimiento y el lema fueron replicados hasta llegar a la coreografía de Las Tesis.

“Se salió del círculo de hablar entre nosotras y tuvo un eco masivo, no hubo forma de mantenerse al margen”, dice a La Vanguardia Vanina Escales, una de las fundadoras del colectivo Ni una menos . “Los medios venían cubriendo feminicidios de una forma completamente inapropiada, con mucho morbo alrededor de las víctimas, culpabilizándolas de lo que había ocurrido”. Comentaban, por ejemplo, “cuan larga era la falda que llevaban puesta” las víctimas. Escales recuerda que “también había una falta de respuesta judicial”. Cinco años después, opina que “hay coberturas inapropiadas pero me parece que cambió bastante el lenguaje, dejó de hablarse de crímenes pasionales –eso de que ‘la mató porque la quería’– y también de culpabilizar” a la víctima.

El colectivo Ni una menos –eslogan que creó Escales– convocó el 19 de octubre del 2016 la primera huelga general de mujeres en Argentina. El detonante fue la muerte en Mar del Plata de otra adolescente, Lucía Pérez, de 16 años, cuando se encontraba con dos adultos que la habían drogado. Fue otro éxito. El país quedó conmocionado después de que la fiscal dijera que la joven había sido “empalada”. Sin embargo, la sentencia, dictada en el 2018, fue polémica porque consideró no probados los abusos sexuales.

Escales concluye que aquella huelga “tuvo un impacto en la región. Realmente, hoy se están leyendo en clave feminista muchos problemas sociales y esto es uno de los cambios culturales que posibilitó Ni una menos en aquel momento”.

El movimiento también empuja la campaña a favor del aborto, frenada durante el kirchnerismo por la convicción católica de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y que el nuevo mandatario, el también peronista Alberto Fernández, se ha comprometido a aprobar.

Inspirada en los pañuelos blancos de las Madres de la Plaza de Mayo, la organización Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito ha diseñado uno verde, nuevo símbolo global del derecho de la mujer a la interrupción del embarazo.

El último informe del Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de la ONU, presentado a finales del año pasado, asegura que en el 2018 fueron asesinadas en la región al menos 3.529 mujeres por motivos de género. Con toda seguridad, la cifra se queda corta, ya que las estadísticas judiciales y policiales de muchos países sólo consideran crimen machista el asesinato cometido en el marco de la relación de pareja presente o pretérita. Tampoco los códigos penales de gran parte del continente han sido modificados para tipificar los delitos de género.

Los feminicidios alcanzan niveles dramáticos en Centroamérica y las islas caribeñas. Con 6,8 asesinatos de mujeres por cada 100.000 habitantes, El Salvador lidera este ignominioso ranking continental, seguido de Honduras (5,1), Santa Lucía (4), Trinidad y Tobago (3,4), Bolivia (2,3), Guatemala (2) y República Dominicana (1,9).

La Cepal impulsa un registro de feminicidios, pues catorce de los 25 países con mayor índice de violencia contra la mujer se encuentran en Latinoamérica y el Caribe. Después de África, el continente americano es el más afectado por esta pandemia social.

Fuente: La Vanguardia

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