Noticias | agosto 31, 2020

La santa del «No me dejes»


Mi barrio es un barrio de obrerxs y curas villeros, con casitas de mano de obra barata que crece y crece hacia arriba, desafiando al hambre, las adicciones, la muerte y la religión.  Con el Río de La Plata de lado, al igual que Pablo Miguez anhelando sueños entre tantas injusticias y adversidades. De calle de tierra a veces, con olor a ropa húmeda, de bolsillos rotos en medio de tanta basura desparramada, de mucho techo de chapa con olor a chipa caliente, a veces de comedor y de puesto de feria, a veces de viento frío con olor a rio ¡y mucho chusmerío!

En las puertas de los comedores lxs niñxs corren en delantal antes de ir a la escuela, mientras esperan que salga la comida, como el juego entrar a la villa mientras llueve e intentamos no embarrarnos. En mi barrio las zapatillas se llevan con orgullo.

Tenemos sueños hacinados, enredados con el fastidio de vivir y crecer en la ciudad más rica del país. ¿Quién no quiere un futuro? Ese sueño es un sueño migrante. ¡Ese sueño es un sueño de negras villeras con manos calientes y corazones ardientes!

La pedagogía de aprender a salir adelante es también desde el respeto. En la villa cualquier cuerpa le pelea a la miseria.  Y lo hacemos con manitos de crayoncito de colores que dibujan su futuro al andar.  Mi barrio es una paleta de colores y sabores, somos negrxs villerxs que encontraron su proyecto de vida en este lugar, entre lo precario y las ganas de salir adelante.  Entre lxs que llegaron y se fueron, lxs que se quedaron y armaron una familia, entre nacidxs y criadxs que son del barrio ahí estamos las travas, subidas en el carro que va pasando, travestidamente resucitando la teoría queer. Ellas no lo saben porque nunca la leyeron, con el hambre desesperada de ir cumpliendo sueños que nos cambien la vida, siguiendo la suerte que a veces no pasa y otras veces está a la vuelta de la esquina tan fácil y tan divina.

La 31 tiene un corazón y es pagano, corazón villero alegre, que no deja de latir.  En el barrio se celebran todas las creencias y todas las fechas, se festejan los carnavales y nadie se tiene que enojar si lx mojan.  Festejamos también todos los domingos de mayo el día de las madres latinoamericana. Perú, México, Ecuador, Bolivia, Paraguay y República Dominicana. Los festejos del gauchito Gil y San la muerte. Con vino tinto, chicos turros y pistoleros, lxs santxs, las pascuas etc., somos tan originarixs, negrxs y paganxs…

De todas las creencias y celebraciones la que más amo es la de la virgen de Santa Rosa de Lima cuando llega en agosto, esos días la villa se viste de fiesta todos los fines de semana. Los más hermosos días de celebración y bendiciones.  Las guirnaldas caen desde los techos mientras se escuchan los tiros y los juegos artificiales. En honor a la santa. Debo confesar que en muchos de esos festejos me comieron la boca más de una vez, entre risas, bailes y alabanzas.

Lo más triste de agosto es cuando llega el último día del mes.  El 31 de agosto le decimos a Santa Rosa de Lima «No me dejes». “¡Que viva la santa!”, gritan las niñas travestis mientras comen chupetín y se toman un trago.

¡Furia travesti!

Alma Fernández
Activista Travesti
Equipo de Coordinación
Anexo en la 31 “La Casa de Diana y Lohana”

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