Noticias | septiembre 25, 2020

Evocan en Dominicana golpe de Estado contra presidente Juan Bosch


Los dominicanos evocan hoy el golpe de Estado que sufrió Juan Bosch hace 57 años, luego de ser electo presidente tras el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo el 30 de mayo de 1961.

El gobierno de Bosch, uno de los fundadores del Partido Revolucionario Dominicano en 1939, solo estuvo siete meses en el poder, pero siempre enfocado en beneficiar a los sectores más desposeídos del pueblo.

El 25 de septiembre de 1963 un golpe de Estado encabezado por el coronel Elías Wessin y Wessin, sustituido por una junta militar de tres hombres, lo sacó del gobierno

Según Bosch, el suceso se debió en esencia a la corrupción entre los militares y por su negativa a comprar aviones británicos a un precio de cinco millones de dólares, en cuyo negocio el general Miguel Atila Luna, jefe de la Aviación Militar, se ganaría un millón 200 mil dólares.

Pero el destacado dirigente, quien en 1973 fundó el Partido de la Liberación Dominicana, también rechazó las presiones ejercidas por los Estados Unidos y los ultraderechistas dominicanos para que limitara el libre ejercicio del pensamiento y declarara al comunismo como doctrina malsana e ilegal.

En realidad la asonada golpista fue una de las fases de una operación mucho más abarcadora contra la figura del insigne intelectual que consistió en impedir por todos los medios, primero, se impusiera en los sufragios, lo cual no pudieron lograr, y después no permitirle llegar al fin del mandato.

Como consecuencia inmediata del golpe, refieren historiadores, emergió una gran inestabilidad política, que concluyó en la Revolución de Abril de 1965, aplastada a su vez por la invasión de 42 mil marines de los Estados Unidos.

El profesor, en carta enviada desde el confinamiento expresó ‘creemos en la libertad, en la dignidad y en el derecho del pueblo dominicano a vivir y a desarrollar su democracia con libertades humanas pero también con justicia social’.

‘En siete meses de gobierno no hemos derramado una gota de sangre, ni hemos ordenado una tortura ni hemos aceptado que un centavo del pueblo fuera a parar a manos de ladrones’, agregó.

Y concluyó, los hombres pueden caer, pero los principios no. Nosotros podemos caer, pero el pueblo no debe permitir que caiga la dignidad democrática.

Fuente: Prensa Latina

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