Denunciaron penalmente al gobernador Juan Schiaretti por inacción ante los incendios en Córdoba
La Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) presentó, este lunes en Tribunales 2, una denuncia contra el Gobernador de Córdoba por la demora del Ejecutivo en pedir apoyo a otras jurisdicciones para sofocar el fuego que ya arrasó 191.000 hectáreas. Además de la falta de prevención, la escasa estructura y equipamiento, la nula investigación respecto a los incendios intencionales y los intentos por criminalizar a les vecines que trabajan a la par para extinguir las llamas, el Gobierno de Córdoba mostró soberbia -si no es negligencia- para evitar miles de hectáreas calcinadas.
El biólogo Raúl Montenegro y el abogado Juan Smith presentaron, este lunes, una denuncia penal contra el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, por su polémica respuesta ante el mayor incendio de las últimas décadas en la provincia.
La Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) pidió que se investigue al mandatario por “haber demorado en forma injustificada el pedido de apoyo a otras jurisdicciones, lo cual impidió contar con Bomberos Voluntarios y tecnología suplementaria para apagar fuegos”.
“A raíz de esa demora en declarar la emergencia Roja, durante buena parte de los 10 días en que solo actuó el Plan Provincial de Manejo del Fuego, fue evidente que los incendios excedieron la heroica capacidad de trabajo de los Bomberos Voluntarios y la insuficiente disponibilidad de aviones hidrantes. Poco le importó al gobernador el agotamiento de los Bomberos Voluntarios y la atroz cantidad de hectáreas quemadas”.
Montenegro no solo criticó cómo actuó el gobierno cordobés desde agosto a esta parte, sino que recordó que fue prácticamente nulo el plan de prevención de incendios desde el año pasado, aún sabiendo que atravesábamos un periodo extremadamente seco y en una provincia con una larga tradición de fuegos cuyos sectores más beneficiados se vinculan a la expansión de la agricultura industrial, la ganadería y los negocios inmobiliarios.
“Tanto Juan Schiaretti como sus funcionarios deben explicar, además, por qué el Plan Provincial de Manejo del Fuego quitó la función de vigías que hacían los Bomberos Voluntarios becados para detectar tempranamente incendios desde torres de observación. Eran 6 bomberos becados por cada cuartel que dejaron de hacer esa tarea. A juicio del gobierno, había otros métodos. Ya vemos en qué terminaron los métodos del gobierno, 191.000 hectáreas quemadas por impericia y soberbia”, sostuvo el biólogo presidente de FUNAM.
Por más de diez días de incendios consecutivos -hoy, ya van 18-, el Gobierno de Córdoba apuntó toda su estrategia a resaltar el sacrificio de bomberos y bomberas voluntarias, culpar al clima y a la sequía, e intentar despejar cualquier señal que indicara que la provincia necesitaba ayuda. Tan exagerada fue la postura soberbia de autosuficiencia, que el propio director de Defensa Civil, Diego Concha, repitió en numerosas oportunidades que no necesitaban de donaciones para los cuarteles y advirtió a la población para que “no interfiera más” en las tareas de extinción del fuego o solicitaría la intervención de la fuerza pública, en un claro intento de menospreciar y criminalizar las acciones de defensa del bosque nativo llevadas adelante por brigadas de vecines organizades en contra del fuego.
En similar sintonía opinó hoy el secretario de Gestión de Riesgo Climático y Catástrofes de Córdoba, Claudio Vignetta, quien señaló que la Provincia pidió ayuda sólo en base a su necesidad, y destacó que el sistema de bomberos voluntarios de Córdoba “es el más fuerte de la República Argentina”. Y agregó: “Contamos con 5 mil bomberos voluntarios y tenemos todos los recursos disponibles para estos incendios forestales”. Aparentemente, que se haya producido el mayor incendio de las últimas décadas en la provincia es un buen resultado para estos funcionarios.
“Claramente, hubo una reticencia a solicitar ayuda, en una especie de delirio de autonomía y separación, como si los cordobeses no fuéramos parte de una nación y pudiéramos necesitar, como era este el caso, el auxilio del resto del sistema del combate al fuego”, expresó por su parte el abogado Juan Smith.
Córdoba tiene ya menos del 3% de bosque nativo cerrado y, de los tres grandes ecosistemas que caracterizaban al territorio provincial –el Chaqueño, el Espinal y el de Estepa Pampeana-, estos dos últimos están prácticamente extinguidos con respecto a lo que eran sus superficies originales.
“Que en una provincia donde queda menos de 600.000 hectáreas de bosque en estado de buena conservación se quemen 191.000 hectáreas, es una tragedia. Es indignante que, mientras se quemaban miles de hectáreas y el fuego ya se había cobrado dos víctimas fatales, el gobernador no pidiera ayuda a otras jurisdicciones (…) Y quienes creen que después de un incendio basta con plantar árboles, no se dan cuenta de que los incendios y los desmontes matan biodiversidad, es decir, cientos y miles de especies, desde virus, bacterias y hongos a insectos, vertebrados y árboles que solo los remanentes intactos de ambiente nativo pueden reconquistar”, puntualizó Montenegro.
Los denunciantes señalaron que esperan que los fiscales en lo Penal y Económico “estén a la altura de las circunstancias dramáticas que estamos viviendo los cordobeses”, dándole trámite a la denuncia y llegando con la Investigación Penal Preparatoria hasta las últimas consecuencias sin miramientos ni privilegios respecto de la persona denunciada.
“Alguien tiene que explicarle al señor Juan Schiaretti que la biodiversidad de un ecosistema no se planta, pues depende de un proceso de sucesión ecológica o ecosucesión que lleva muchísimo tiempo, años, décadas y, según los lugares, hasta siglos. Las 191.000 hectáreas quemadas le han quitado un trozo de presente y futuro a los cordobeses de hoy y a los que todavía no han nacido”, concluyeron.
Fuente: La Tinta