Chile: La lucha continúa…
Con un amplio márgen de diferencia, el 78.2 % de los chilenos con derecho a voto expresó su convicción a través de un plebiscito histórico, cambiar la constitución de Pinochet impuesta a sangre y fuego. El resultado de este plebiscito, es una bofetada a la casta política atemorizada por la movilización social y que ha pretendido perpetuarse en el poder administrando el modelo neoliberal. Con ésta abrumadora votación, queda claro que las luchas del pueblo recién comienzan y ésta es una tarea de muchas, que le toca construir.
La historia de fraudes experimentados desde la post dictadura y la asociación premeditada para mantener su herencia, acuñaron un malestar por décadas, que derivó en un descontento social ascendente, que fue duramente reprimido por los gobiernos de la Concertación y la Derecha en sus sucesivos gobiernos de turno. Aún así, las movilizaciones por la dignidad empezaron a materializarse con los “pingüinos” (estudiantes), la batalla de Aysén, Freirina y tantas otras gestas, hasta la explosión de Octubre 2019.
Las demandas puestas en la calle por el pueblo movilizado siguen vigentes, con más fuerza y sin resolver, y son una piedra en el zapato para los dueños del país, representados por el monopolio político-militar-empresarial, una triada del espanto, que no ha dudado en suscribir acuerdos abyetos para mantener sus privilegios, en comitancia con los medios de comunicación alineados.
Ahora la situación política se vuelve mucho más compleja, a un gobierno fracasado, la derecha y el continuismo, aislados políticamente, y un empresariado aún más nervioso, se suma el rol de las Fuerzas Armadas y de Orden, que han demostrado un cierto grado de deliberancia frente al Estado, por lo que pueden ser un factor “acelerante” de la violencia política, por medio de la represión y las provocaciones criminales contra el pueblo.
El pueblo debe defender la alegría conquistada y la forma de lograrlo requiere de mayores grados de organización y movilización, fortaleciendo lo que ha logrado construir. Por eso, es ahora la tarea, “con todo y por todo, si no pa qué”.
Fuente: Prensa Opal