Guatemala. El Congreso agrava una crisis que Giammattei pudo haber desactivado
La Junta Directiva del Congreso sin respetar protocolos y prepotencia del presidente Allan Rodríguez intenta archivar el presupuesto 2021; la oposición pide su renuncia. El profesor e investigador universiatario Ricardo Sáenz de Tejada analiza que el presidente Giammattei pudo haber evitado la crisis política en la que Guatemala ahora se está adentrando si hubiese vetado el presupuesto el jueves pasado.
Las primeras horas de este 23 de noviembre se vieron marcadas por una nueva actuación parcializada de la junta directiva del Congreso, con el aval de los bloques legislativos de derecha, que han formado parte de la alianza que tiene el control sobre el parlamento, decidieron anunciar que el opaco presupuesto 2021 de Q99.7 millones y que aprobaron con prisas y de madrugada, queda congelado.
Arrinconados en un salón y con poca iluminación en una de las instalaciones del Ministerio de la Defensa, Rodríguez calificó de acto terrorista la protesta del 21 de noviembre, obviando que fue provocada por las acciones de 115 diputados, incluido él mismo. Durante la conferencia de prensa solo participaron los canales de televisión del grupo Albasión, convocados por los diputados.
Con una población molesta, que comienza a mostrar mayor organización y que enfoca sus consignas en la renuncia del actual gobierno y diputados, el Legislativo por su parte intenta llamar al orden desactivando el presupuesto, la gota que derramó el vaso, pero eludiendo los procesos establecidos en la ley.
“Que renuncien, son los responsables de la crisis de Guatemala”
La oposición legislativa conformada por bloques legislativos del Movimiento Semilla, Bienestar Nacional (BIEN), Winaq, la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), en una conferencia de prensa en la entrada principal del Congreso, pidieron la renuncia de la junta directiva del Congreso, “es ilegítima la forma y el cómo tomaron la decisión”, declaró la diputada Sonia Gutiérrez, jefa de la bancada Winaq, que agregó que si la Junta Directiva ahora pretende congelar el presupuesto 2021, debe hacerlo en el pleno, junto a todas las bancadas y no debe ser una decisión tomada en una reunión privada.
“El gobierno y el ministro de gobernación actuaron arbitrariamente contra los manifestantes, vamos a actuar contra estos funcionarios, también vamos a exigirle a la Organización de Estados Americanos (OEA), que se pronuncie por esta crisis política, nosotros hicimos una comunicación previa por el atraso de elección de cortes y hasta la fecha no tenemos respuesta”, señaló la diputada Gutiérrez.
Giammattei desaprovechó la oportunidad de frenar la crisis
El viernes 20 de noviembre por la noche, el presidente Alejandro Giammattei defendió la aprobación del presupuesto 2021, desvaneciendo la esperanza de que respondiera al reclamo popular de vetarlo y enviarlo de vuelta al Legislativo para ser modificado, “la actitud autoritaria y poco autocrítica de Giammattei, es la culpable de que estemos en esta crisis profunda, él pudo desactivar la crisis y quizá frenar lo que sucedió el fin de semana, pero no lo hizo”, señala el politólogo y profesor universitario Ricardo Sáenz de Tejada.
A criterio de Sáenz, la nueva medida optada por la junta directiva del Congreso es una acción poco inteligente, “actúan con poca destreza y arrogancia, intentan desactivar la protesta social, sin embargo lo están haciendo mal, imagino que ahora el pleno conocerá el archivar el presupuesto 2021 y Guatemala tendrá que empezar el nuevo año con el presupuesto aprobado en el 2019, esto significa para la ciudadanía un grave desafío, porque finalmente el ejecutivo podrá acomodar el presupuesto a sus intereses”.
El domingo, luego de pasar en completo silencio, más de 24 horas posteriores a la manifestación, el presidente Giammattei invocó la Carta Democrática Interamericana de la OEA, esta instancia presidida por Luis Almagro, respondió con un pronunciamiento en el que dice que hay que respetar a las autoridades que ganaron sus cargos de forma democrática.
El propio vicepresidente Guillermo Castillo, calificó de precipitada la decisión de Giammattei de invocar la carta de la OEA, “los golpes de Estado (…) se los dan los mismos gobernantes con sus reiterados actos de corrupción, con su intolerancia para poder platicar con la población y encontrar soluciones”, indicó durante una rueda de prensa posterior a una acto público este 23 de noviembre.
“En este momento nadie sabe cuál será el desenlace de la crisis, hay incertidumbre, los de arriba (gobernantes), actúan según las amenazas a sus intereses, el jueves pasado, ellos miraban un riesgo menor, después del sábado están tratando de retroceder y construir una narrativa en la que ellos son un gobierno democrático amenazado, pero sabemos que esto es falso, estamos en una crisis generada por ellos mismos y la amenaza a la que temen es a la protesta ciudadana y probablemente van a tratar que la OEA genere un montaje de diálogo que no resuelva la situación”, puntualiza el profesor Sáenz de Tejada.
Guatemala finalizará el 2020 marcado por la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, dos tormentas y el inicio de una nueva crisis política provocada por un gobierno que en menos de 11 meses de administración provocó el hartazgo de una población testigo de repetidos y continuos actos de corrupción.
Fuente: David Toro para Prensa Comunitaria