El cuerpo travesti transvillerx se acobardó del sistema que tanto lo golpeó, en su corta vida esto solo hizo llorar más al cuerpo travesti, hasta agrandar el fracaso. El cuerpo travesti transvillerx junto sus pocas cositas y partió. Llegó al barrio y escuchó la cumbia a todo ritmo, que mientras sonaba iba calentando despacito nuevamente el motor del valor, incrustado en el corazón del cuerpo travesti transvillerx.
El mismo valor, que tantas veces humilló el sistema del que fue expulsado el cuerpo travesti trans villerx, el mismo resiste al sistema y da pelea todas las noches desde las zonas rojas y los pocos privilegios, que le da la prostitución. Ahí, justo ahí, es donde el cuerpo travesti transvillerx sabe que no es una puta con privilegios, mientras mira el atardecer esconderse, sobre las ventanitas de las casitas de la villa (curiosa acción tierna, del ser pensante más allá de la T).
El cuerpo travesti transvillerx suma, sabe que con un poco de mortadela y dos panes, mañana será mejor. La capacidad de resolución es la mejor arma que encontró el cuerpo travesti transvillerx para pelearle a este sistema, que fracasó porque nos expulsó.
Mientras, el cuerpo travesti transvillerx esconde el agujero en la media, se organiza y abraza el barrio, peleándole al barro con alegría y con furia.
Mientras, el cuerpo travesti transvillerx arma tejes y manejes, para derrotar al sistema, desde el cotorral, el gallinero, desde lo trava, las calles y en los barrios. Con orgullo y furia.
Seguimos construyendo el recursero de nuestra casa, la casa de DIANA y LOHANA (anexo). Otra noticia que nos llena de orgullo, es contar que ya tenemos espacio propio: estamos muy felices de empezar a habitar nuestra casa propia, que está ubicada en la manzana 114 calle 14, casa 456 (Retiro). ¡Seguimos conquistando sueños, con la peste y cueste lo que cueste!
Furia travesti. 
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