Argentina. Los 70 de Charly García: cinco miradas sobre el artista que lo cambió todo
Celebrar a gran escala los 70 años de Charly García es, ante todo, un acto de justicia. Rendir el merecido homenaje a un artista inigualable, que regó de canciones la historia argentina. Su música, camaleónica y genial, transformó las tinieblas en un lugar más confortable y también fue grata compañía en los días felices. Por eso, cada acto, recital y evento en su honor implica reconocer la banda sonora del último medio siglo, con sus luces y sombras.
Para comprender más acerca del fenómeno García, de su aporte a la cultura y de la relevancia de su obra, Ámbito recurrió a la palabra de cinco personas que conocen al genio en distintas facetas, tanto íntimas como creativas. El periodista, docente y escritor Walter Lezcano; los músicos Andrea Álvarez y Fernando Kabusacki; el periodista y escritor Roque Di Pietro y el histórico iluminador de la música argentina, Juan José Quaranta, desandan la Ruta del Tentempié.
Walter Lezcano
Escritor, periodista y docente
«Me da la sensación que Charly es el único artista, creo que a nivel mundial, que tiene una seguidilla de discos que son desde excelentes hasta obras maestras, desde Instituciones hasta Say No More. Esa continuidad sinceramente entra en los parámetros argentinos de lo sobrehumano, lo increíble, lo impredecible. Muchas veces nos cuesta aceptar que alguien que sea libre pise el suelo nuestro, sea contemporáneo de nosotres, que esté circulando y respirando el mismo aire», reflexiona Lezcano.
Para el autor, «Charly es uno de los pocos, junto con Maradona, Gardel, Quinquela Martín o el Indio Solari, gente de ese calibre, que por un lado dio la vida por su arte y, por otro, cumplió esa utopía de decir lo que se piensa y vivir lo que se dice. Pudo llevar adelante muchas cosas que lo hacen único como performance de argentinidad. Hay un afán un tanto humano de igualarnos a personas con ese espíritu tan por afuera de lo habitual. Hay muchos valores artísticos que lo ponen en un sitio absolutamente VIP del arte argentino».
Sobre las influencias literarias de García, opina: «Es un lector desordenado. No contó si hay algún escritor o escritora que lo influyó; no dejó huellas, pero se sabe que es un cinéfilo. En algún momento se jugaba esta especie de lugar común donde Spinetta era el poeta y Charly el periodista. Es algo tristísimo, porque el nivel poético de Charly es muy elevado. No solamente desde el lugar de la alegoría o la metáfora, sino también de crear imágenes que puedan fijar un momento histórico puntual. ‘Yendo de la cama al living’, ‘Raros peinados nuevos’, ‘El aguante’. En términos líricos poéticos puede condensar un montón de elementos que van desde lo personal biográfico hasta lo global y argentino, es decir, cómo vivir en esos años. Eso solamente lo pueden hacer los grandes poetas».
«Ahí se filtra una manera de ver la vida. Tanto él como el Indio y un montón de gente más son populares porque van metiéndose en las cabezas de las personas y articulando cosmovisiones que le permitan ver la existencia de otro modo. Por eso se vuelven populares, no porque las canciones se canten en la cancha. Eso no me parece trascedente. Creo que ellos generaron nuevas maneras de pararse frente al mundo que nos toca vivir. Esas son las herramientas literarias, artísticas y sonoras que hacen de Charly alguien sobrehumano», comenta.
¿Cuál es el Charly de Walter Lezcano? «Yo tuve dos Charly: uno es cuando en tiempo real me enamoré del Charly de modo sincrónico, con el Unplugged. Pero después el Charly de ‘Yendo de la cama al living’, de los 80, hasta ‘Filosofía barata y zapatos de goma’, creo que está a la altura de cualquier artista internacional. Alcanzó un nivel de conexión que muy poca gente puede llegar. Fue como cruzar el Everest, colonizar un territorio y poner su bandera. Lo curtí muchísimo. Me parece que todos esos discos son obras maestras. En mi familia no había un disco, no había nada, ese descubrimiento solitario fue un aprendizaje».
Andrea Álvarez
Baterista, cantante y percusionista, trabajó con Charly García y fue su amiga
«Estamos en un momento donde se engrandece a muchas personas que murieron. Pasa con Spinetta, con Palo Pandolfo, pasó con Epumer. Está bueno homenajear en vida porque esa persona necesita ser apreciada por todo lo que dio. Hay muchos Charly García, pero a la vez nosotros tenemos ese, de esos muchos, que es nuestro. Es hermoso darle importancia a los artistas cuando lo pueden apreciar. Para mí es hermoso festejar que Charly García tiene 70 años, que está entre nosotros y que nos dio hermosuras culturalmente», afirma.
Álvarez, quien conoció a García en los 80, cuenta: «Charly forma parte del ADN de nuestra cultura, nos guste o no. Define momentos políticos y culturales en cada disco. Tiene una incorrección necesaria; cuando el pueblo pide corrección, porque le da miedo la incorrección, él siempre fue incorrecto. Un incorrecto incurable. En esa incorrección la pegó. Fue correcto. Charly es necesario justamente porque rompió cosas para construir otras. Cada canción suya, cada frase, ilustra la realidad como nadie. Charly trasciende al rock nacional».
Sobre su experiencia personal, dice: «Lo conocí como fan y después pude tocar con él y ser su amiga. La experiencia profesional para mí no fue la mejor, no me gustó. Él fue quien me impulsó a tocar la percusión y acertó, fue efectivo, porque en ese momento, en los 80, como baterista no iba a poder llegar a trabajar en las grandes ligas, entonces me dijo ‘por qué no tocás la percusión, aparte vos cantás, te van a llamar de todos lados pero primero te llamo yo’. Me compró mis primeros timbales, que todavía los tengo y son los que usé en todo Soda Stereo. Me fui con él a Brasil en Parte de la Religión pero no pude tolerar su indisciplina. No pude con eso y preferí bajarme y mantener una buena relación».
«Es imposible tener un solo sentimiento para las personas de este tipo; para los distintos, las personas que son diferentes. Ese ‘te amo, te odio, dame más’ existe. Lo amé porque fui su fan. También salí con él, tuve una relación de amistad, cuando yo vivía en Nueva York. Fue una relación que, como yo era veinteañera, podía tener en ese momento sin ningún tipo de prejuicios; fue mi amigo. Lo odié porque Charly también es oscuro. Puede ser extremadamente luminoso y extremadamente oscuro. No me gustó nunca su última época musical, me da rabia, no me gusta verlo como está ahora. Es público: a mí no me gusta lo de los Ortega, todo eso no me cae bien», detalla.
Y añade: «Es parte de mi religión porque es parte de mi ADN. Forma parte de lo que soy, no solo como música sino como persona. Por ejemplo, mi marido es norteamericano y él ve a los artistas de una forma totalmente desapegada emocionalmente. Él ve una cosa y yo veo otra. Para mí no es un Charly, es mi vida, donde siempre estuvo Charly García de una forma u otra».
¿Cuál es el Charly García de Andrea Álvarez? «Tengo muchas etapas favoritas. Sui Generis fue una, pero La Máquina de hacer Pájaros fue más todavía. Fui muy fan de esa banda. No me gustó Serú Girán, aunque hay temas que me encantan. De la etapa solista, el primer disco; Clic Modernos, creo que es mi preferido, y Parte de la Religión, hasta ahí es lo que más me gusta. Después, cosas sueltas. Incluso de la etapa que a mí no me gusta, que fue cuando descontroló con todo, a la distancia, cuando dice ‘la sal no sala y el azúcar no endulza’, lo amo. Cada tanto encuentro frases de él que ilustran un momento de mi vida».
Fernando Kabusacki
Músico, integró la banda de Charly García y es su amigo
«Celebrar los 70 años de Charly es celebrar la música. Charly, en este país y en el mundo, es una de las personas más cercanas y con mayor contacto con la música que yo conocí en mi vida. Charly es la verdad. Es uno de los músicos más verdaderos, ciertos, sinceros y genuinos que hubo en el país. No en toda la música que se escucha se ve tanta verdad como en la música de Charly. Siempre lo fue. Incluso en los momentos más say no more, más caóticos, fue verdadero a sus instintos, a su forma de ver y sentir la música», reflexiona Kabusacki.
El laureado guitarrista, que participará en los homenajes en el Centro Cultural Kirchner, opina que además de su virtuosismo, su genialidad y su humor, también está su aporte a las nuevas estéticas: «Nunca tuvo miedo de una nueva estética, como Clics Modernos, por ejemplo, que rompió con toda la música argentina en su momento. Charly es uno de los que hizo que la vanguardia sea accesible al público, a la gente. El nivel de artesanía y maestría en el armado de sus canciones no se puede creer, es realmente maravilloso».
«Mi background principal es el mundo de Robert Fripp y de la música extranjera. Charly me enseñó a ver a la música de otra manera, a tocar de otra manera. Lo importante es estar al servicio de la música. El siempre me enseñó a tocar en función de lo que le sirve a la música en cada momento, no de lo que yo tenga ganas. A veces uno no lo entiende. En el estudio te tenía seis horas tocando una notita, una cosita, y vos decís ‘¿y esto para qué es? Está loco’, pero después, cuando escuchás el disco, te das cuenta. El tiene una cosa, un overview, como una vista general desde arriba, con la que sabe cómo va a quedar todo después», dice Kabusacki.
Acerca de los procesos creativos de García, el artista cuenta: «Lo que significa un estado de locura total, en Charly es un estado de iluminación también; un estado de ver las cosas de otra forma. Uno no lo entiende, pero es lo mismo que dijeron de Dylan cuando agarró la guitarra eléctrica o con los Beatles. Estar loco es un sentido artístico es algo buenísimo. Él está siempre inmerso en la música y desde un lugar que nosotros no entendemos porque lo vemos desde abajo. Él sí lo ve. Es magistral».
¿Cuál es el Charly García de Fernando Kabusacki? «No puedo elegir una parte o etapa. Todas son igual de válidas. Ahora estamos ensayando para el concierto en el CCK y es una lista de temas que entiendo que él la propuso. Estoy recorriendo su discografía y no se puede creer. La Máquina de Hacer Pájaros, Serú Girán, Sui Generis, Clics Modernos. Hasta los últimos discos. Sale con La Máquina de Ser Feliz, increíble. No puedo elegir uno. Toda la obra de él. A mí me toca especialmente Pubis Angelical, que es instrumental, no es de rock, y me parece increíble. Charly es una persona maravillosa y hermosa. Está muy bien y lo queremos muchísimo.¨¡Feliz cumpleaños!».
Juan José Quaranta
Histórico iluminador del rock y la música argentina. Trabajó con García en gran parte de su carrera
«La primera vez que me dijeron ‘che, Charly se va a morir, ¿no?’ fue en el 76, cuando empecé a trabajar con él. Nunca dejaron de preguntármelo. ¿Sabés la cantidad de artistas que desaparecieron en estos años? Y el flaco sigue. El primer recuerdo que se me viene es cuando inauguraron las estatuas de bronce de Sui Generis en Mar del Plata. Realmente es una sensación muy especial. Les estaban haciendo una estatua a mis amigos. A partir de ahí me pregunté ‘¿por qué no lo agasajan más a Charly?’, a un tipo que nos cambió la cultura y la cabeza a varios. Me produce una gran conmoción ver a mi ciudad agasajándolo», cuenta.
Sobre su experiencia personal, Quaranta dice: «En la época más difícil de la Argentina, yo estaba trabajando con un tipo que cantaba Encuentro con el diablo. Es muy fuerte. Eso me fue formando como persona, como hombre, como padre. Ahora que lo agasajan, pienso que al fin estamos dando un paso adelante de aquel famoso ‘a los pelilargos hay que meterlos presos’ o lo que le hicieron la primera vez que cantó el Himno. Hoy todo eso se dio vuelta. Estoy recontra orgulloso por haber tenido la bendición de estar tanto tiempo con él. Qué bueno que a mí me gustó todo lo que él hizo y que a él le gustó lo que yo hacía, por eso pude trabajar. Eso me pone muy bien, hicimos algo importante».
«Charly es el Isidoro Cañones de la actualidad. Lo impactante es que me gusta a mí, le gusta a mis hijos y le gusta a mi nieta. Así como mucha gente me decía ‘se va a morir’, otros me decían ‘ese muchacho que no se corrige’. Mirá, nunca lo vas a ver en el banco haciendo cola, no es eso. Él te va a decir y te va a cantar lo que va a venir. Charly mantuvo un movimiento de rock que fue muy combativo. Algunas canciones tardé mucho tiempo en darme cuenta de lo que significaban. Hoy, leer la letra de Encuentro con el Diablo, que la cantaba en pleno gobierno militar…epa. Había que cantar eso…», reflexiona.
¿Cuál es el Charly García de Juan José Quaranta? «Según cada momento. Cuando Charly estaba muy mal hace unos años, yo decía no puede ser que este tipo haya tocado con Spinetta «Rezo por vos». Ahora me pidieron en la radio que le diga un feliz cumpleaños, no me salió nada. Ahora pienso que siga como la letra de su tema Primavera, que dice ‘y hoy seré más joven que ayer’. Eso me encanta; eso es lo que tiene Charly, esa transgresión permanente. Yo, que pasé los 70 y estoy recontra orgulloso de que haya llegado, sé lo que creó en la gente. Trabajé con músicos de primer nivel y de todos aprendí, pero con él tuve una afinidad muy especial porque me llega lo que él hace».
Roque di Pietro
Periodista y escritor, autor de los libros «Esta noche toca Charly»
«Hay que celebrar los 70 años de Charly García porque lo tenemos entre nosotros y porque es uno de los más grandes artistas de este país desde el último medio siglo. Él cumple 70 este año, y el que viene se cumplen 50 de su aparición en la escena profesional de la música argentina. No se puede hablar del último medio siglo de música popular en este país sin pasar por Charly García», comienza Di Pietro.
Con respecto a su inclinación por investigar a García y su obra, el periodista dice «me gustan muchos músicos y artistas, pero conecto especialmente con la sensibilidad de este artista. Es quizás con quien más conecté a nivel de interesarme todo lo que produjo», y agrega: «Ocurre esa cosa que es inexplicable. Ocurre como el amor ¿Qué es lo que ocurre? No sabés. Es un sonido, en el caso de Charly. La letra, la música, la manera en que suena. La atmósfera que se crea cuando suena su música. La música de García detiene el tiempo; cada vez que suena su música es lo más importante que ocurre en la atmósfera en ese momento».
«Charly tiene estatura para compararse con quien quieras. Decime qué artista de la música pop rock puede componer una canción como Desarma y Sangra. Yo creo que nadie en el mundo. García está en el nivel de los más grandes artistas en el universo de la música popular. Cuando viene de afuera y está presidido de literatura y mitología, se lo pondera. Si lo tenemos a la vuelta de la esquina, empezamos a crucificarlo porque empieza tarde los shows o porque se supone que desafina. A Charly le decían que no tocaba bien, una cosa delirante, como si hubiera una manera de tocar bien o mal», profundiza el autor.
¿Cuál es el Charly de Roque Di Pietro? «Es muy difícil elegir uno porque son muchos y muy diversos entre sí. Los quiero a todos, pero si tuviera que elegir puede ser el Charly del 2004, el que toca con los chilenos y que incorpora a un trío de cuerdas. El que renovó completamente el repertorio y el sonido en vivo. Si te ponés a investigar, su 2004 es buenísimo, porque renovó totalmente el repertorio. Lo curioso es que no grabó, como ocurrió también con Las Ligas, el grupo que tuvo en 1986 durante un par de meses. Son como eslabones perdidos en la cadena de Charly. Si no lo viste, te lo perdiste, porque no están en los discos».
Fuente: ámbito.