Argentina. El Tercer Malón de la Paz resiste en Bs As y marchó al Congreso para pedir la intervención de Jujuy
“En los pueblos indígenas es así, las mujeres estamos casi siempre al frente”, dice Susana, mientras reparte volantes del Tercer Malón de la Paz a quienes pasan frente a Tribunales. Y sí, hay una enorme cantidad de mujeres de todas las edades entre quienes permanecen pacíficamente en la plaza. Están ahí desde hace más de una semana, cuando llegaron a Buenos Aires -el 1 de agosto, Día de la Pachamama-. Traen los pedidos de más de 420 comunidades indígenas de Jujuy. A diferencia de otras manifestaciones, esta vez el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no les dejó poner carpas ni toldos para resguardarse, pero siguen, a la intemperie, aguantando las bajas temperaturas con las frazadas y colchones que llegan por donaciones, pensando día a día estrategias y actividades para romper el cerco de los grandes medios de comunicación y la indiferencia de la Corte. Cantando: “Cinco siglos resistiendo, cinco siglos de coraje”.
Wiphalazo en Congreso
Hoy, en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas convocaron a un Wipalazo. Por un rato dejaron la plaza Lavalle y marcharon por las calles hasta el Congreso de la Nación donde se realizó un Wiphalazo. Y expresaron: “Los pueblos originarios estamos de pie junto a la población de nuestra provincia. Llevamos más de dos semanas fuera de nuestro territorio para hacerles saber que en Jujuy estamos viendo una dictadura moderna del señor gobernador Gerardo Morales«
“No estamos pidiendo plata. Venimos a pedir que baje la reforma y intervenga la provincia de Jujuy” dijo una de las hermanas indígenas.
“Nuestras mujeres dejan a sus niños, sus animales y el territorio que involucra la relación de la madre tierra en este mes de agosto de la Pachamama, importante para estar en el territorio. Venir acá es un desarraigo”, dijo Miriam Liempe secretaria de pueblos originarios de la CTA Autónoma.
Aurora
En la entrada del Palacio de Justicia y en los alrededores de la plaza hay policías y personal de seguridad que merodea de acá para allá. Y está firme Aurora Choque, plantada en sus pies vendados, abrigados con varios pares de medias, con las sandalias baqueteadas con las que caminó en cada una de las ciudades que recibieron al Malón desde que salió de La Quiaca el 25 de julio.
Aurora vive en Coranzuli -es de la comunidad de Inti Yaku Apu Coyamboyq- y lleva el sombrero que en ese pueblito de la Puna la protege del sol. Parada en la valla que impide el paso adentro del edificio de Tribunales, sostiene su pancarta hecha con un cartón y una fibra: Intervención de Jujuy Ya! Brilla su suéter fucsia contra el gris del edificio gris y las rejas.
“Estoy acá en Tribunales para pedir la intervención de la provincia. Contra la reforma de Morales que nos quiere quitar nuestras tierras y nuestras aguas, y hasta el derecho que tenemos todos de manifestarnos. No nos iremos sin una respuesta”, dice Aurora.
Milagros
Cuando se hace un silencio, Milagros, de las más jóvenes del Malón, agarra fuerte el megáfono y arenga: “Abajo la reforma, arriba los derechos”. A sus 19 años, se vino desde su Comunidad en Pozo Colorado, departamento de Tumbaya, Salinas Grandes. Milagros estuvo también cuando inició el Malón.
“Estoy acá para que se dé de baja la reforma que todos sabemos es inconstitucional, se entreguen títulos a pueblos originarios, y por la Pachamama. Cerca de las salinas tenemos el litio que quieren explotar. Las comunidades que vivimos alrededor sabemos que puede producir graves consecuencias, no sólo afectando a la salud humana sino también a los animales y dejando otras consecuencias más allá de la contaminación, como la sequía”.
«En nuestra comunidad hemos sido reprimidas varias veces»
“Basta de violencia a las mujeres indígenas por defender nuestros derechos” dice el cartel de cartulinas verdes que cuelga del cuello de Rosa. Ella también está en la puerta de Tribunales, donde han colgado una wiphala que dice Nulidad de la reforma, firmada por los fileteadores del conurbano.
“Estoy acá por la derogación de la reforma ilegal. Porque se aprobó a espaldas del pueblo, a las 5 de la mañana, muy rápido, sin la consulta libre, previa e informada que se tenía que hacer. Como pueblos preexistentes el Convenio 169 de la OIT habla del derecho que tenemos a esa consulta. Tampoco se le dio participación a las comunidades”, explica Rosa.
Llegó a Buenos Aires desde Palpalá. “En nuestra comunidad hemos sido reprimidas varias veces. Es la tercera vez que sufrimos represión en los últimos años. La primera fue en Palpalá en octubre de 2020, por defender nuestros territorios. Hace semanas lo vivimos en Purmamarca. Somos mujeres, ancianas, hay niños, jamás pensábamos que iban a reprimir de una manera tan violenta como lo hicieron. Fue una cacería. La policía apuntaba a la cabeza, a hacer daño”, cuenta.
Endurecer la lucha
Ayer tres maloneros ataron sus manos con cadenas a la entrada del edificio de Tribunales y ahí permanecen, en huelga de hambre. “Nuestros abuelos nos enseñaron a endurecer la lucha cuando no somos escuchados”, dice Susana, que entrega un volante a quienes se acercan a Tribunales a apoyar al malón.
Susana es de Pueblo Viejo, en Humahuaca. Los volantes que distribuye explican qué reclama el Malón, ofrece un código QR, la página de facebook del Malón y una explicación detallada de de todo lo que viola la reforma constitucional de Gerardo Morales. “La Constitucion aprobada de forma exprés es una herramienta racista y genocida contra los pueblos de Jujuy”, dice el volante, “por el territorio, el agua y la vida”.
Algunas personas lo reciben con una sonrisa, otras lo rechazan. Susana recuerda que en los cortes algunas mujeres se enojaban y las increpaban: “Para qué cortan! Son todas unas negras!”. Susana se ríe: “En un tiempo, cuando le quieran quitar algo, va a decir pero cómo no le hice caso a esas negras”.
“Vinimos porque allá en Jujuy estamos censurados, no somos escuchados, no salimos en los medios. Y no tenemos justicia. Al regreso mos esperan las contravenciones. A mi me da un poco de vergüenza salir en las fotos, no estoy acostumbrada. Pero estamos acá para mostrar y contar lo que pasa en Jujuy. Las abuelas y abuelos dicen qué hay que luchar, como hicieron en el primer malón, y nos dan fuerza”.
Cuando el Malón se detuvo hace unos días en Córdoba, a Susana la impresionó “la cantidad de gente y cómo nos recibieron. Todos lloramos. Esa energía de quienes se acercan nos fortalece para seguir luchando”.
El Premio Nóbel de la Paz Pérez Esquivel mostró su apoyo
A medida que las horas pasan, el aire se tensa. Hay policías al acecho. Se acercan las elecciones. Las personas que participan del Malón viven en alerta. Aunque los grandes medios no hablen de ellxs, la permanencia pacífica se sostiene. Diversos medios independientes y reporterxs se acercan cada día. Las comunicadoras indígenas de TeleSisaOficial y de SisasMedio hacen una cobertura exhaustiva casi hora a hora en sus redes sociales y a través de ellas dan cuenta de la agenda y del clima que se palpita.
Cada atardecer, de 18 a 20 se arma festival frente a Tribunales. Ya han pasado muchos grupos de músiques, como Bruno Arias, Arbolito, murgas, artistas. A lo largo del día se reciben donaciones y muchas personas se acercan a apoyar y a conversar.
Ayer poco después de que los tres maloneros se encadenaran, llegó el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, del Servicio de Paz Justicia (SERPAJ), acompañado de la abogada Mariana Katz . Logró traspasar las vallas de Tribunales y ser atendido por secretarios de la Corte Suprema de Justicia. Al salir, junto a Katz expresaron a los pocos medios presentes: “Los secretarios informaron que se inició una nueva acción de constitucionalidad por la reforma y está en trámite, por otro lado, la causa judicial que inició el gobierno nacional y recién volvió de la Procuración”. Esquivel y Katz le plantearon a la Corte que escuche a los representantes del Malón.
“Hemos insistido para que los reciban. En este momento hay algunos hermanos que se han encadenado y que van a resistir ahí hasta que la Corte los reciba. Es un derecho que ustedes tienen, no es ningún delito”.
Esquivel y Katz señalaron que resulta por lo menos extraño que no permitan la instalación de carpas cuando en Plaza de Mayo el Gobierno de la Ciudad sí lo permite por ejemplo en una protesta qom. Pidieron también que les dejen instalar baños químicos.
Pérez Esquivel recordó que ha presentado una carta a la Corte Suprema, desde antes de que el Malón llegara, pidiendo escuchar a los pueblos originarios que venían a Buenos Aires, que aún no ha sido respondida. “Seguiremos trabajando y trabajando hasta que esta Corte los reciba. Estoes racismo, discriminación e intolerancia por parte no solo de la Corte si no del Gobierno de la Ciudad. Aquí no es solo un expediente, sino que son rostros de hombres y mujeres que reclaman sus derechos y que ellos deben ser respetados”. Las declaraciones son seguidas con suma atención, cosechan aplausos, wiphalas en alto, y otra vez el canto:
Cinco siglos resistiendo, cinco siglos de coraje/Manteniendo siempre la esencia
Es tu esencia y es semilla/y está dentro nuestro por siempre
Se hace vida con el Sol y en la Pachamama florece.
Fuente: Agencia Presentes.