Argentina. Arde Córdoba: “¿qué pueden hacer quienes habitan las ciudades para ayudar con los incendios?”
Arde Córdoba, un movimiento de difusión y concientización sobre los Incendios Forestales (IIFF) de la provincia de Córdoba, invita a reunirse este sábado 9 de septiembre en el Museo de Antropología para poner en diálogo intervenciones culturales que aborden las problemáticas desde el lenguaje artístico, la investigación y el trabajo en defensa de los territorios.
Se trata de un “resurgir” de esta organización integrada por personas autoconvocadas, integrantes de brigadas y de bomberos, trabajadoras de la cultura y la investigación, que en el año 2020, en medio de la pandemia del Covid-19 le puso el cuerpo a una situación sin precedentes respecto a los IIFF en la provincia, cuando fueron arrasadas casi 340.000 hectáreas de monte nativo por el fuego.
Entre las actividades que desarrollarán este sábado, habrá intervenciones artísticas, conversatorios, la presentación del libro de “Argentina en llamas”, una muestra fotográfica, lecturas de poesía, mapping, proyecciones, un taller de dibujo para infancias y espacios de brigadistas y bomberes que compartirán sus experiencias y las maneras de accionar conjuntamente. Además, habrá un cierre musical a cargo de la banda musical Cúcus.
La decisión de realizar esta actividad en septiembre se debe a que éste es uno de los meses más críticos,
teniendo como antecedente más de 15 focos de IIFF registrados en el mes de Agosto.
De la ciudad al monte, ¿qué distancia hay?
Las ciudades como grandes burbujas de cemento son responsables de generar una distancia tanto física como subjetiva entre los espacios que se habitan cotidianamente y los bienes a los que se accede para vivir cómodamente. Uno de ellos es el agua, el cual sale de la canilla pero muy pocas veces existe el ejercicio de preguntarse por su origen, como si brotara mágicamente. Lo mismo sucede con los incendios cuya preocupación llega sólo a veces y en baja intensidad, cuando la ciudad se ve cubierta de humo y cenizas, si el siniestro es cercano. La tarea de Arde Córdoba consiste en ver de qué manera esa distancia puede achicarse, sobre todo a partir de la cultura y el arte y sobre todo con organización colectiva.
Gise, integrante de Arde Córdoba, en diálogo con Enfant Terrible compartió la lectura del espacio respecto al contexto sobre el cual se realiza esta actividad y el resurgir del movimiento: “Hace unos años la temporada de incendios era de junio a octubre y ahora, con lo que es el cambio climático y la crisis ecológica, los negocios inmobiliarios y el descontrol, porque no es que se prende un incendio y todo el mundo va ahí, sino que son varios al mismo tiempo, es que nos preguntamos desde la ciudad, desde quienes no están en primera línea, qué es lo que se puede hacer por los IIFF”.
La situación hídrica e ígnea en la provincia de Córdoba es muy grave. Este año se registraron bajantes históricas en los principales espejos de agua como el Lago San Roque, reflejando a su vez el bajo caudal de los ríos, teniendo que declararse emergencias hídricas en las localidades aledañas. Mientras tanto el Gobierno Provincial debió declarar el estado de alerta extremo por los incendios, esto, desde junio.
Un ejemplo de cómo afectan están dos problemáticas conjugadas es expuesto por Gisella respecto al incendio reciente en Potrero de Garay, en el Departamento de Santa María: “En los últimos incendios y en uno de los más graves se estuvo pidiendo a la gente que desagote las piletas para ir a apagar el incendio. Entonces, ya estamos transitando un colapso hídrico importante en donde gran parte de nuestras cuencas están contaminadas y pese a las lluvias las cuencas bajan”.
Es por esta situación que desde Arde Córdoba se preguntan:
“¿qué pueden hacer quienes habitan las ciudades para ayudar con los incendios?”.
A esa pregunta se le buscan varias respuestas y todas están en la organización colectiva y comunitaria, comenta Gise: “Las respuestas están en quienes están en primera línea, por eso hablamos con las brigadas; entonces, en principio es ayudar económicamente a las brigadas que también son autogestivas, que son las primeras en llegar, las que llevan la línea de investigación de lo que pasa antes, después y durante; las que muchas veces conocen y les indican el camino a los bomberos u otras personas que lleguen, si el incendio es muy grande”.
También están las acciones como la difusión, la denuncia y la investigación sobre qué hay detrás de los incendios: “Todo eso es parte de un gran plan de defensa de todo el territorio, porque por más que se esté incendiando a 300 kilómetros de mi casa, del monte sale el agua, el agua va a la cuenca y la cuenca viene la ciudad”.
“Hay que hacer que la gente se pregunte y actuar, por eso hay que convocar a artistas, trabajadores de la cultura, comunicadores, a producir respecto a las problemáticas ambientales y sobre los incendios en particular, porque detrás de ellos hay un montón de cosas”, concluyó Gise.
Fuente: enfantterrible.com.ar