Argentina. Munin: “Ese 30% que votó a Milei, no significa que sea de derecha, sino que votan por alguien que le da una respuesta a algunas cosas concretas”
Las elecciones primarias en Argentina sorprendieron a muchos el pasado 13 de agosto. Javier Milei se impuso como el candidato más votado con 30% de los votos, dejando atrás a Patricia Bulrich con el 16% quien encabezaba a la derecha tradicional y el oficialismo con el candidato Massa (21%).
Nuevamente, la estrategia del outsider (personajes mediáticos que se declaran enemigos de los políticos tradicionales, tanto de izquierda como de derecha) vuelve a funcionar en medio de una crisis inflacionaria que el último gobierno de Alberto Fernández no pudo solventar.
Esta entrevista busca conocer los análisis que hacen los movimientos sociales sobre esta situación que se repite en otros países, en la cual la incapacidad del progresismo de llevar a cabo cambios radicales y dar soluciones a las clases populares, termina abriendo paso a la extrema derecha de tinte fascista que se impone como una falsa alternativa.
Colombia Informa: ¿Qué significa que el candidato Javier Milei haya sido el más votado en las primarias?
Mateo Munin: Hay que entender que por lo menos hace diez años en la Argentina se viene generando un proceso de inflación que no pudo parar ni el macrismo, ni el kirchnerismo, ni el gobierno de Alberto Fernández.
Existen 10 años de una inestabilidad muy grande que no se pudo controlar, y que a la vez generó obviamente un proceso de aumento de la pobreza, inflación con respecto a los alimentos, con los alquileres, y en la vida cotidiana.
Hay una caída en el nivel de vida de las clases populares, ya sean de las clases trabajadoras asalariadas, pero también obviamente de la economía popular.
Entonces, para entender primero el 31% de Milei hay que entender esto. Y además de esto, que es muy importante, hay que entender que Milei o su Partido La Libertad Avanza surge recién como figura en el ciclo anterior hace cuatro años.
Frente a esta crisis, él [Milei] se plantea como un outsider de la política tradicional porque plantea esta cuestión de la “casta política”, como que es independiente del kirchnerismo y del macrismo, cuando igualmente se tienden puentes con el macrismo.
Hay una serie de medidas que él plantea, que obviamente no estamos de acuerdo, porque son un giro liberal – fascista hacia la derecha.
El problema es que ni el peronismo (kirchnerismo) ni el macrismo están planteando salidas concretas a la crisis económica. En este contexto, Milei plantea la dolarización como salida – y más allá de la discusión de que sea una salida viable, efectiva o “posible”-, esta respuesta es efectiva para un sector de la población que quiere salir de la inestabilidad de los últimos años.
Una aclaración sobre el punto anterior y es la siguiente: ¿Qué Milei haya sacado el 30% significa que el 30% de la sociedad es militante de Milei, o que de pronto la ciudadanía o el pueblo se hizo de derecha?
Nosotros creemos que no, si bien hay todo un escenario que se mueve hacia la derecha, no solo Milei y Patricia Bullrich, sino también el propio gobierno con la figura de Massa, eso no significa que todo el pueblo se vuelva fascista.
Ese 30% que votó a Milei, no significa que sea un militante de derecha o libertario (como le dicen acá un liberal), sino que están votando a alguien que le da una respuesta a algunas cosas concretas.
CI: ¿Cuáles son las necesidades más urgentes para las clases trabajadoras de Argentina?
MM: Yo pienso que hoy en día tienen que ver con la cuestión material. Un poco con la cuestión que te planteaba, ¿no? De que hay un proceso inflacionario hace diez años que es imparable, que no lo ha podido parar ni el macrismo ni el kirchnerismo.
Por un lado, opino que hay que estabilizar la economía, que es una necesidad urgente, y poder equilibrar los salarios a las necesidades, a la canasta básica familiar para solventar una familia en un mes.
Para que tengan una idea, hay un dato que refleja bastante la situación, y es que en el último año hubo un 110% de inflación interanual.
El tema ahora es puntualmente resolver la cuestión material. Entonces, justamente como te decía antes, el fenómeno Milei se entiende por qué Milei plantea una salida económica a esto.
CI: ¿Cuál es la estrategia de la izquierda y los movimientos sociales en un gobierno que avizora ser de derecha?
MM: En un marco donde nuevamente está avanzando la derecha, donde hay sectores anti derechos que avanzan fuertemente, sectores negacionistas que niegan el último genocidio, la última dictadura cívico-militar, sectores que avanzan violentamente sobre los sectores populares de la sociedad.
Como movimientos sociales y como pueblo, vamos a enfrentar esos sectores. Algo que sucedió también, que me parece que es importante marcarlo, es que en 2015, después de los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner, se generó un proceso de desmovilización muy importante.
Entonces, cuando llegó el macrismo al poder, en los primeros años, habíamos perdido como pueblo un poco la práctica callejera la práctica de la lucha en las calles.
Esa falta de lucha en las calles le permitió al macrismo poder avanzar fuertemente en algunas medidas, como lo que fue la reforma jubilatoria o la reforma previsional durante el macrismo.
Me parece que es valioso poner esto en discusión: si asume un gobierno de derecha, ¿cómo logramos construir una unidad de los movimientos sociales del pueblo trabajador para poder frenar los diferentes embates que van a querer hacer?
Yo creo que si gana Milei o Patricia Bullrich (esperemos que no) se vendrá una avanzada muy grande, veloz y concreta de diferentes cuestiones. Entonces veremos qué tan aceitada está la lucha y la articulación entre los diferentes movimientos sociales.
CI: ¿Qué hacer en las próximas elecciones?
MM: Yo considero que es muy temprano como para poder plantear algún tipo de táctica o estrategia. Pienso que la elección todavía está abierta, si bien Milei sacó el 31%, lo que pasó en las últimas elecciones es que se generó un panorama de tercios.
O sea, Milei sacó el 31%, Juntos con el Cambio 27% y el oficialismo sacó 27% (el kirchnerismo). Entonces hay dos puntos de diferencia entre cada fuerza política, es un panorama abierto.
Hay que entender también, y esto es muy importante, que fueron las elecciones donde hubo menos participación de voto en los últimos 40 años. Si sumamos los votos en blanco con los votos impugnados, más la gente que no fue a votar, esto sería el 36%.
Es decir, que no es que la mayoría de la población salió a votar a Milei, sino que hay un gran porcentaje, el 36% del padrón electoral, que eligió no votar por ningún candidato o no ir a votar.
Eso es muy valioso para poder entender también que la elección está abierta, porque justamente lo que se pone en discusión ahora es: bueno, el oficialismo tiene que salir a buscar esos votos que no fueron a votar en las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).
Además de eso, me pareció crucial marcar que, como el gran vencido o el derrotado de la elección, no fue tanto el kirchnerismo, sino que fue más bien el macrismo. Porque perdieron su lugar de oposición, su lugar de principal fuente opositora.
Y el kirchnerismo, entendiendo que hubo una inflación del 110% anual, un proceso inflacionario y todo lo que viene pasando, la verdad que llegar a un piso a 27%, la verdad que en parte no es tan negativo.
CI: ¿Mejoró la correlación de fuerzas con el gobierno de Alberto Fernández?
MM: Me parece que es fundamental algo que no mencioné en los puntos anteriores con respecto a la cuestión económica, que es importante para entender un poco el contexto. Y es que Alberto Fernández tuvo tres situaciones que marcaron un poco la situación económica.
Por un lado, Alberto Fernández llega al Gobierno con un préstamo en el Fondo Monetario Internacional de 44.000 millones de dólares, el préstamo más grande de la historia del Fondo Monetario Internacional, el Kirchnerismo avaló ese acuerdo con el Fondo y ese acuerdo con el Fondo hasta hoy en día está marcando un poco el rumbo de la economía.
El Fondo Monetario está también plantando bandera en el país, poniendo una serie de metas de déficit típicas, de achicar la inversión del Estado, de achique en los subsidios a servicios y otras cosas. Eso genera un proceso que perjudica a las clases trabajadoras… porque sabemos que las medidas que fomenta el Fondo Monetario Internacional son de corte neoliberal que buscan el recorte del Estado, la privatización de los sectores, diferentes sectores, etc. Entonces eso es una primera cuestión para tener en cuenta.
La segunda tiene que ver con la cuestión de la pandemia, que paralizó la economía mundial durante un año, al menos. Y también la situación internacional, todo lo que fue la guerra con Ucrania.
Con esto me parece que es importante entender que la idea no es justificar al kirchnerismo en cuanto a que no logró estabilizar la economía o generar una propuesta. Justamente, lo que le faltó muchas veces cuando tuvo oportunidades fue la iniciativa política.
Mejor dicho, el kirchnerismo dentro del Gobierno, no logró plantear una propuesta política, no logró tener política pública concreta.
Un ejemplo de eso fue que durante la mitad del Gobierno, más o menos en el segundo año, el caso de Vicentín, estaban todas las condiciones dadas para que el Estado pudiera estatizar una empresa privada que había generado unos casos de corrupción.
El Gobierno tenía todas las de la ley como para poder generar un proceso de expropiación y de la compra de esa empresa para el Estado, y empezar a intervenir directamente sobre el agro, que es uno de los sectores dinámicos de la economía argentina. Ese proceso no lo hizo, no tuvo voluntad política de poder intervenir en ese proceso.
Ese es uno de los casos, pero bueno, tenemos un montón más que no plantó banderas. Si no que frente al avance de la derecha, ya sea el macrismo o Milei, permitieron que los sectores de derecha, ya sea en la cuestión comunicacional, en la cuestión económica o en la cuestión judicial, puedan avanzar sin problemas.
Yo creo que hay una correlación de fuerzas no positivas en el sentido en que se agudizó la situación económica del país y también lo que está sucediendo con Milei, es que no se avanzó tampoco en la disputa en el campo de la batalla de ideas ni en la disputa cultural, con esto me parece que se está en un momento muy difícil en la Argentina.
Un poco los medios de comunicación hegemónicos han logrado imponer un sentido común derechizado, por ejemplo la figura de Milei viene muy envalentonada por el lugar que le dieron los medios en los últimos dos años y sobre todo en los últimos meses.
CI: ¿Estos gobiernos que llamamos alternativos fortalecen al movimiento social-popular?
MM: Hay que señalar que durante el gobierno de Macri y de Alberto Fernández hubo una ampliación en cantidad de planes sociales que se pueden pensar como forma de contención social. Y que le permitieron a diferentes movimientos sociales organizar las cooperativas de trabajo y fortalecer lo que se denomina la economía popular en la Argentina.
Durante el macrismo y también durante el gobierno de Alberto Fernández aumentaron los planes sociales. Hoy, en la Argentina, aproximadamente, hay un millón y medio de planes sociales en la Argentina.
Estos lo manejan diversos movimientos sociales con diferentes alineaciones políticas. Entonces, ese número aumentó y nos permitió a las organizaciones sociales crecer en cantidad. Pero bueno, esa es la cuestión más cuantitativa del proceso.
También hay que verlo según las diferentes organizaciones o movimientos sociales que hay en la Argentina. Es decir, hay algunos movimientos sociales que durante el macrismo, y algunos años previos, también decidieron sumarse al kirchnerismo, o construir algún tipo de alianza.
Esos movimientos sociales, además de aumentar los planes sociales, algunos empezaron a tener algún tipo de participación institucional electoral, es decir, algunos legisladores o legisladoras pudieron participar en la escena política, y eso les dio cierto lugar de visibilidad.
Podemos mencionar que hay sectores de los movimientos sociales que podríamos llamar oficialistas, digamos que están en alianza con el Gobierno de Alberto Fernández y el kirchnerismo, que su estrategia fue, por un lado, aumentar la cantidad de planes sociales de trabajo cooperativo y también la cuestión institucional.
Y después hay otros movimientos sociales que se mantuvieron autónomos o independientes del gobierno y plantearon más una estrategia y una táctica de los últimos años de lucha callejera y de disputa, eso en la calle puntualmente.
Ahora bien, entendiendo el avance de la derecha y el nuevo ciclo que se abre, hay que pensar cuáles serán las tácticas y estrategias.
¿Cuál va a ser el sitio que le demos a la lucha callejera, a la participación institucional? ¿Cuáles van a ser sus alianzas y en pos de qué?
¿Cómo logramos mejorar nuestro desempeño en la batalla cultural y la imposición de un sentido común derechizado?.
Fuente: colombiainforma.info