Noticias | septiembre 15, 2023

El movimiento por el clima global presionará en las calles ante la próxima Cumbre de Acción Climática


Nadie cumple y nada cambia, salvo —eso sí— el recrudecimiento de los fenómenos meteorológicos asociados a la crisis climática y el incesante aumento de los récords climáticos que nada bueno prevén. Si bien el mundo debería estar reduciendo su huella de carbono y los Gobiernos tendrían que estar poniendo todo su empeño en conseguir este objetivo, hoy ha salido a la luz que los países desarrollados han incumplido este año —y van once— sus compromisos de financiación adoptados allá por 2009 en la XV Cumbre del Clima de las Naciones Unidas. Es más, el aumento de emisiones global no ha dejado de crecer, con 2022 registrando un nuevo récord: 40.600 millones de toneladas de CO2, un 1% más que el año anterior, según Global Carbon Project, con España incrementado las suyas nada menos que un 5,7%, tal como recogen las cifras del Observatorio de Sostenibilidad (OS).

A este paso, en tan solo nueve años habremos traspasado la primera gran línea roja que establece el Acuerdo de París, los 1,5ºC de calentamiento global medio en La Tierra, quedando muy cerca del límite al que nadie se quiere acercar: los 2ºC. Así lo afirma el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que no deja de emitir alertas y una petición constante de aceleración de las soluciones. Y si bien es cierto que la humanidad —o la parte de ella que está preocupada por la habitabilidad del planeta— tiene puestas sus esperanzas en la próxima Cumbre del Clima de la ONU, no es menos cierto que la 28ª edición de esta cita anual estará presidida por el máximo mandatario de una petrolera —el sultán Al Jaber, presidente de la estatal emiratí Adnoc—, lo cual no parece un buen presagio.

Fósiles en el punto de mira
Con la quema de combustibles fósiles como principal fuente de emisión de los gases que generan el desastre climático, las organizaciones que conforman el movimiento por el clima global han decidido volver a las calles. En esta ocasión serán dos jornadas internacionales de lucha, el 15 y el 17 de septiembre, que en España se concentrará en la primera de esas fechas.

“Que la COP28 se celebre en un lugar con unas movilizaciones sociales muy limitadas y presidida por el líder de una petrolífera es muy sorprendente”, denuncia Di Paula

Los días escogidos no son al azar. “Hemos elegido movilizarnos porque a lo largo de la próxima semana tendrá lugar un encuentro de Naciones Unidas respecto al posicionamiento de cara a la COP28”, explica Martina di Paula, activista de Juventud por el Clima – Fridays for Future, una de las organizaciones convocantes. Se refiere al periodo de sesiones abierto en la Asamblea General de la ONU sobre Acción Climática que tendrá lugar en Nueva York del 14 al 30 de septiembre.

La cita es clave para preparar el terreno hacia la COP28 y que esta suponga avances en la descarbonización de la economía y la sociedad global, algo que no ocurrió en la COP27. Además, la mayor parte de las sesiones se celebrarán justo antes de la publicación definitiva de la última actualización de las Contribuciones determinadas a nivel nacional, o NDC, por sus siglas en inglés. Estas son uno de los puntos clave para frenar las crisis climática, pues costituyen los planes nacionales de acción climática en los que los países firmantes del Acuerdo de París comunican las acciones que planean tomar para hacer frente al cambio climático.

Descarbonización justa
“Uno de los elementos clave en esta COP es seguir avanzando en descarbonización y el planteamiento [de los movimientos sociales] a nivel internacional es que esta sea justa, rápida y definitiva”, incide Di Paula. Estos tres adjetivos son precisamente los que acompañan a la palabra “descarbonización” en el lema de la convocatoria, una cita a la que se han adherido multitud de organizaciones y que tendrá lugar en al menos nueve capitales españolas.

Pero los impedimentos para conseguirlo son inmensos, empezando por el poder del lobby fósil y las energéticas. Con una COP27 de Sharm el Sheij que terminó sin avances en la reducción de los combustibles fósiles y con una participación creciente y sin precedentes de las multinacionales del sector más responsables de las emisiones, la COP28 lleva meses generando dudas en lo que respecta a su organización. “Está genial que las COP se celebren en diferentes sitios, y por favor también fuera de Europa para cambiar el eje de debate, pero el hecho de que se celebre en un lugar con unas movilizaciones sociales muy limitadas y presidida por el líder de una petrolífera es muy sorprendente”, denuncia Di Paula.

Las marchas que tendrán lugar en todo el mundo nacen de lo que las organizaciones convocantes califican como “catastrófica dejación de funciones internacional”

Al respecto, el manifiesto internacional de la convocatoria remarca que “es incomprensible que Naciones Unidas permita que los intereses de las petroleras sigan participando en las mesas de negociación climática e inadmisible para el conjunto de la sociedad civil internacional, que exige un régimen de incompatibilidades que ponga freno a los intereses fósiles y de las grandes empresas contaminantes”.

Dejación de funciones
Las marchas que tendrán lugar en todo el globo, y que tendrán su punto neurálgico el 17 de septiembre en Nueva York mientras líderes de todo el mundo asisten a la Cumbre de Ambición Climática, nacen de lo que las organizaciones convocantes califican como “catastrófica dejación de funciones internacional”. Así describe el manifiesto ¡Descarbonización Ya! Rápida, justa y definitiva, un documento que recuerda que el Gobierno español, al presidir el Consejo de la UE, “tiene una gran oportunidad para liderar la ambición climática de la UE cuando aún se están negociando los objetivos europeos de descarbonización para 2040”.

Asimismo, el texto hace hincapié en que la descarbonización global debe atender a unos principios de justicia social y económica, y esto supone que los principales responsables de la crisis climática, los países ricos que se industrializaron antes y tienen una mayor factura climática histórica, pongan los recursos necesarios para que los más empobrecidos puedan abandonar a su vez los combustibles fósiles. “Poner fin de una forma definitiva a los combustibles fósiles es imprescindible para garantizar un futuro que merezca la pena ser vivido”, finaliza el texto; una idea que Di Paula remarca: “No toda forma de descarbonización es válida, hay que pararnos a pensar de qué forma lo estamos haciendo”.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/cambio-climatico/movimiento-clima-presionara-calles-cumbre-accion-climatica

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