🎶 Como Iglesia Pentecostal Dimensión de Fe en IADLA y desde todas nuestras construcciones territoriales celebramos el Día Universal de la Música.
🎶 Reconocemos la profundidad con la que este arte atraviesa la historia de los pueblos. La concebimos no sólo un gesto estético, sino como un tejido de sentidos sensibles y colectivos que acompaña las transformaciones, las luchas y los sueños de cada comunidad a lo largo del tiempo. En sus melodías habitan los vínculos, los afectos y las marcas que hacen de la cultura un espacio vivo.
🎶 Desde los cantos ancestrales hasta las nuevas formas sonoras que pueblan nuestro presente, la música ha sido una herramienta fundamental para resguardar la memoria. En ella se guardan relatos de resistencia, celebraciones compartidas y también los dolores que golpearon y aún golpean a muchos pueblos. Cada ritmo es un refugio donde se preservan las andanzas colectivas y donde las historias, muchas veces silenciadas, encuentran su cauce para seguir existiendo.
🎶 Con su potencia revolucionaria, llena de pasión y emoción, la música no ha pasado inadvertida para los regímenes que buscan imponer el miedo y borrar identidades. En numerosos procesos dictatoriales de nuestra región y del mundo, cantores y cantoras fueron perseguidxs, censuradxs, desaparecidxs por el simple acto de cantarle a la esperanza, por poner en palabras y en melodías el anhelo de un pueblo libre de opresiones y ataduras. Sus voces, sin embargo, trascendieron el terror y acompañan nuestros días.
🎶 Hoy celebramos la música como territorio de libertad colectiva. Como legado de quienes cantaron antes y como compromiso con quienes seguirán cantando para mantener viva la memoria, la justicia y el derecho irrenunciable de los pueblos a expresar su verdad.



