El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se reunió este viernes con el presidente de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, para analizar la agenda económica y los proyectos en materia educativa. El encuentro fue en la sede de la central fabril, con presencia de otros directivos de la entidad. Uno de los temas en análisis fue la puesta en marcha a partir de 2022 de las prácticas laborales obligatorias, sin remuneración, para la totalidad de los estudiantes de quinto año de las escuelas públicas y privadas del distrito. Son 29.400 alumnos que dedicarán 120 horas cátedra a esa actividad, fuera de las aulas.
“Todos los estudiantes de la escuela secundaria de la Ciudad tendrán prácticas de trabajo de carácter obligatorio, ya que los chicos terminan la escuela con mucha incertidumbre, tienen dudas de qué quieren hacer y estudiar, y con las prácticas queremos que tengan un panorama más claro de hacia dónde quieren caminar en su futuro”, sostuvo Rodríguez Larreta este jueves al anunciar la implementación completa de la llamada Secundaria del Futuro, siguiendo el cronograma que empezó a aplicarse en 2018 con pruebas piloto en cada vez más colegios.
Funes de Rioja celebró la iniciativa y confirmó la participación de empresas asociadas a la entidad en el programa de prácticas laborales. El presidente de la UIA es un histórico promotor de reformas para la flexibilización del trabajo, quien recientemente coincidió con Rodríguez Larreta en otro proyecto en esa dirección: la sustitución del actual régimen de indemnizaciones por despido por un seguro que facilite a las empresas la rotación de personal.
“Tenemos que ir a un esquema de seguro antes que pagar una indemnización. Hay que tener en cuenta que hoy millones de personas no consiguen trabajo porque nadie toma un empleado en la Argentina con sistemas como este”, consideró el jefe de Gobierno antes de las PASO, en defensa de los proyectos de ley que presentaron diputados y senadores de Juntos por el Cambio en el Congreso nacional. Desde entonces, el empleo formal se siguió recuperando. Van once meses consecutivos con generación de puestos de trabajo, hasta totalizar 139.700 de los 187.000 perdidos durante la pandemia, según puntualizó un informe del CEPA esta semana. El dato desmiente la necesidad de cambiar leyes para quitar derechos a los trabajadores como condición para generar empleo. Por el contrario, avala el proyecto de impulso a la producción y al mercado interno como instrumento para activar la demanda laboral.
La sintonía entre Rodríguez Larreta y Funes de Rioja en materia de legislación del trabajo se remonta a la década de los ’90, cuando el menemismo avanzó con reformas estructurales siguiendo la línea del Fondo Monetario y el Banco Mundial. Ahora los acuerdos también se dan en materia educativa.
En cambio, los gremios docentes se quejaron por la falta de diálogo antes de la implementación de las prácticas laborales para los alumnos porteños. «Los chicos de quinto año de la secundaria y sexto de las técnicas tienen que estudiar y no deben ser mano de obra barata ni peones precarizados de empresarios amigos de Larreta. Formar para el mundo del trabajo, sí. Precarizar estudiantes, no. Por eso vamos a luchar junto a la comunidad educativa para defender el derecho a la educación de nuestros alumnos», advirtió Eduardo López, de UTE-Ctera.Además de 120 horas cátedra al año a las prácticas laborales obligatorias, los estudiantes tendrán que cursar 30 horas de educación financiera. Será más de un mes dedicado a esas tareas, que también serán evaluadas. «Desde el Ministerio de Educación (porteño) impulsan el trabajo precarizado y la escuela no tiene ese propósito. Tendrían que estar trabajando en la orientación e inclusión de los estudiantes en los circuitos de educación superior», reclamó Angélica Graciano, también de UTE-Ctera.
«Los objetivos de la educación secundaria son tres», agregó López: «Formar hombres y mujeres libres, críticos, socialmente responsables, con centralidad en el conocimiento. Dos, formar para el mundo del trabajo. Tres, formar para la universidad. Eso está estipulado en la ley de educación nacional. La escuela ya forma para el mundo del trabajo. No es nuevo. Está en la legislación nacional y en la práctica concreta de las escuelas. Ahora, una cosa es formar para el mundo del trabajo y otra es que los chicos dejen de estudiar en quinto año para ir a hacer trabajo precarizado a las empresas».
Fuente: Página 12.