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👨‍🌾👩‍🌾 Como Iglesia Pentecostal Dimensión de Fe en IADLA y desde todas nuestras construcciones territoriales conmemoramos, como cada 17 de abril, el Día Mundial de la Lucha Campesina.

👨‍🌾👩‍🌾 Esta fecha encuentra su origen en el 𝗲𝗷𝗲𝗿𝗰𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗺𝗲𝗺𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝘀𝗮𝗰𝗿𝗲 𝗼𝗰𝘂𝗿𝗿𝗶𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝟭𝟵𝟵𝟲 en Eldorado dos Carajás, Brasil, en la que 𝟭𝟵 𝗰𝗮𝗺𝗽𝗲𝘀𝗶𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗠𝗼𝘃𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗧𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗥𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗦𝗶𝗻 𝗧𝗶𝗲𝗿𝗿𝗮 (𝗠𝗦𝗧) 𝗳𝘂𝗲𝗿𝗼𝗻 𝗮𝘀𝗲𝘀𝗶𝗻𝗮𝗱𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮 𝗽𝗼𝗹𝗶𝗰í𝗮 mientras protestaban pacíficamente por su derecho a la tierra. Este acto de violencia extrema expuso una vez más al mundo la crudeza de la desigualdad y la represión contra quienes defienden la soberanía alimentaria y apuestan por reformas agrarias que garanticen dignidad para todxs.

👨‍🌾👩‍🌾 La organización internacional La Vía Campesina, que agrupa a millones de campesinxs, indígenas, pescadorxs y trabajadorxs rurales, retomó esta fecha como 𝘀í𝗺𝗯𝗼𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗴𝗹𝗼𝗯𝗮𝗹. Desde entonces, cada 17 de abril se convierte en una jornada de denuncia, memoria y lucha por los derechos del campesinado en todo el mundo.

👨‍🌾👩‍🌾 A casi tres décadas de la masacre, las causas que la originaron siguen vigentes. 𝗟𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘁𝗶𝗲𝗿𝗿𝗮 𝗲𝗻 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝘂𝗻𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗰𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗻ú𝗮 𝘀𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝘂𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗶𝗻𝗷𝘂𝘀𝘁𝗶𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗲𝘀𝘁𝗿𝘂𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀: millones de personas en el planeta carecen de acceso a tierra para producir y vivir de ella, mientras grandes corporaciones acaparan territorios para monocultivos, minería o especulación.

👨‍🌾👩‍🌾 El Día Mundial de la Lucha Campesina no sólo es un homenaje a quienes dieron su vida por un mundo más justo, sino también un 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮𝗱𝗼 𝘂𝗿𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗮 𝘁𝗿𝗮𝗻𝘀𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗿 𝘂𝗻 𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗺𝗮 𝗮𝗴𝗿𝗼𝗮𝗹𝗶𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗮𝗿𝗴𝗶𝗻𝗮 𝘆 𝗲𝗺𝗽𝗼𝗯𝗿𝗲𝗰𝗲 𝗮 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀 𝗹𝗼 𝘀𝗼𝘀𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝗻. Como sostenía Emiliano Zapata, compañero campesino y luchador mexicano, ¡la tierra debe ser para quienes la trabajan!