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⚖️ Como iglesia Pentecostal dimensión de Fe en IADLA y desde todas nuestras construcciones territoriales, conmemoramos este 18 de septiembre un nuevo aniversario de la segunda desaparición de Jorge Julio López.

⚖️ Cada año, esta fecha nos recuerda que 𝗹𝗮 𝗶𝗺𝗽𝘂𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗻𝗼 𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻ó 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝗱𝗶𝗰𝘁𝗮𝗱𝘂𝗿𝗮 𝗰í𝘃𝗶𝗰𝗼-𝗺𝗶𝗹𝗶𝘁𝗮𝗿. El 18 de septiembre de 2006, López, sobreviviente de los centros clandestinos y testigo clave en los juicios por delitos de lesa humanidad, volvió a desaparecer. Su voz, que había señalado con firmeza los crímenes de Miguel Etchecolatz y del aparato represivo, fue acallada en plena democracia. Esta segunda desaparición no fue un hecho aislado: fue un mensaje perverso y amedrentador, 𝘂𝗻𝗮 𝗮𝗱𝘃𝗲𝗿𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗯𝗿𝘂𝘁𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝘃𝗲𝗿𝗱𝘂𝗴𝗼𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗱𝗼 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗲𝗻 𝗼𝗽𝗲𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝘅𝘀.

⚖️ El nombre de 𝗘𝘁𝗰𝗵𝗲𝗰𝗼𝗹𝗮𝘁𝘇 se alza como principal responsable, símbolo de la ferocidad genocida que, incluso tras los juicios, nunca abandonó su afán de sembrar terror. La desaparición de López evidenció la persistencia de estructuras de poder enquistadas en las fuerzas de seguridad y en sectores cómplices que se niegan a aceptar la verdad, a 𝗺𝗼𝘀𝘁𝗿𝗮𝗿 𝗹𝗼𝘀 𝗮𝗿𝗰𝗵𝗶𝘃𝗼𝘀 con que podríamos acceder a la verdadera justicia.

⚖️ Recordar a Jorge Julio López es reafirmar que sus palabras y su valentía no pudieron ser enterradas. Su lucha nos convoca a seguir levantando las banderas de nuestrxs 30.400 compañerxs detenidxs-desaparecidxs, y a denunciar que 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮𝘁𝗮𝗹, 𝗰𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗻𝗼 𝘀𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗺𝗮𝗻𝘁𝗲𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝗿𝗮í𝘇, 𝗲𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿.

⚖️ Hoy, a 19 años, seguimos reclamando: ¿Dónde está Julio López? Porque su ausencia es una herida abierta que azuza la lucha popular en el camino por Memoria, Verdad y Justicia.

💪 ¡Jorge Julio López, presente!

💪 ¡Ni olvido ni perdón!

💪 ¡El Estado es responsable!