La Agencia de Noticias Clandestina ANCLA nació en junio de 1976. Rodolfo Walsh había planteado la necesidad de canalizar la información que llegaba al Área de Informaciones de la organización Montoneros.
Para poner en marcha la agencia convocó a Lila Pastoriza, Lucila Pagliai y Carlos Aznárez. Una vez conformada la redacción se sumó Eduardo Suárez.
En una casa clandestina trabajaban diariamente con cuatro máquinas de escribir, un mimeógrafo de alcohol para hacer copias y un archivo artesanal organizado en carpetas.
ANCLA mantuvo una relación orgánica con Montoneros, pero generó espacios de autonomía y resistencia con información provista por una extensa red de colaboradores propios y un entramado informal, que incluía a colegas de medios comerciales, militantes de base de Montoneros y otras personas ligadas a la Organización o cercanas a sus propuestas.
En bolsas de supermercado u otros escondites, los cables eran llevados hasta correos alejados del lugar de trabajo. Se enviaban a diarios de todo el país, a corresponsales extranjeros y a un listado de personas con capacidad para hacer circular información. Los cables intentaban echar luz sobre el abanico de crímenes de la dictadura.
Rodolfo Walsh, escritor, periodista, militante revolucionario, creador de ANCLA.
Se buscaba romper el cerco informativo sobre Argentina y denunciar la política económica del gobierno de facto y los grupos de poder, y la implantación del terrorismo de Estado con el fin de acallar todo vestigio de resistencia en el país.
En agosto de 1976, la Agencia ya difundía que “Las Escuelas de Mecánica de la Armada y de Ingenieros del Ejército fueron denunciadas como centros de detención y tortura de presos políticos en la Argentina”.
Entre 1976 y 1977 ANCLA emitió más de 200 cables informativos.
De las reuniones de conducción y coordinación de ANCLA participaban Rodolfo Walsh, Lila Pastoriza, Lucila Pagliai y Carlos Aznárez, que estaban a cargo de la mesa de redacción. Hasta que fuera secuestrado –tempranamente- también participaba Eduardo Suárez.
Los nombres de ANCLA
Eduardo “El Negro” Suárez era periodista, vivía con Patricia Villa. Él trabajaba en El Cronista Comercial y ella en la agencia de noticias Inter Press Service.
Eduardo formó parte del grupo inicial de ANCLA, aunque mantenía su puesto en el diario como trabajo prioritario. En agosto de 1976 ambos fueron detenidos ilegalmente.
Los dos fueron llevados a la ESMA y permanecen desaparecidos.
Una de las pocas fotos (borrosas) que se conocen de Eduardo Suárez.
El secuestro del Negro Suárez activó una alerta en la Agencia, que a partir de ese momento dejó de tener local. Los integrantes fraccionaron el material en distintos lugares y comenzaron a reunirse en casas particulares, en general donde vivía alguno de ellos o una casa prestada por un colaborador.
Se repartieron los archivos, sobre todo de las Fuerzas Armadas, el scanner de escucha de las comunicaciones policiales, un par de máquinas de escribir.
En otros lugares, pusieron el mimeógrafo, papel, sobres y el sello. No podían guardar muchos cables, pero conservaban algunos.
Hacia fines de 1976 y comienzos del año siguiente, tras varios golpes represivos, ANCLA restringió casi totalmente los contactos orgánicos.
A un año del golpe de Estado, Rodolfo Walsh escribió su Carta abierta de un escritor a la Junta Militar. En ese texto advertía sobre el plan sistemático de aniquilamiento de opositores a la dictadura, denunciaba la censura y el apoyo al gobierno de facto que brindaban los grupos económicos más poderosos. El 25 de marzo de 1977 salió temprano de la casa quinta de San Vicente en la que vivía con Lilia Ferreyra, su compañera de los últimos diez años. Se despidieron en la estación Constitución. Él iba a reunirse con un compañero al que no veía hacía tiempo.
Entre las 13:30 y las 16:00, el Grupo de Tareas 3.3 de la ESMA integrado por 25 o 30 personas lo cercó en avenida San Juan entre Combate de los Pozos y Entre Ríos en el centro porteño. Walsh trató de defenderse, pero recibió una ráfaga de disparos. Su muerte se produjo inmediatamente. El GT lo cargó en un auto hasta la ESMA. Su cuerpo fue visto en el centro clandestino. Los restos continúan desaparecidos.
Walsh tenía 50 años de edad. Tenía dos hijas de su primera pareja, Patricia y María Victoria Walsh. También tenía tres nietos. María Victoria, conocida también como Vicky, había sido delegada en el diario La Opinión y estuvo a cargo del departamento de prensa en el frente sindical DE la organización Montoneros.
El 29 de septiembre de 1976 Vicky, muere tras combatir valientemente junto a sus compañeros de la Organización – también asesinados- contra decenas de militares fuertemente armados que integraban un operativo que rodeó la casa de Villa Luro donde se había convocado una reunión de Jefatura.
El 1º de abril de 1977 un cable de ANCLA denunció el secuestro de Walsh.
Tiempo después, Lucila Pagliai y Carlos Aznárez salieron del país con la intención de trasladar ANCLA al exterior, mientras Lila Pastoriza, que conducía el grupo, siguió operando la Agencia con algunos colaboradores, a la espera de poder organizarla fuera del país.
Entre el 12 y el 15 de junio 1977 fueron secuestrados por la Marina y llevados a la ESMA varios integrantes de este grupo: entre ellos, Lila Pastoriza, Mario Galli y su familia, Adolfo Infante con su compañera y Luis Alberto Vilellia.
La familia Galli estaba compuesta por Mario Enrique Galli, su mujer Patricia Flynn, su pequeña hija Marianela Galli y la madre de Mario, Felisa Violeta Wagner. Mario era uno de los informantes de ANCLA en los meses previos a su secuestro.
Mario Galli, militante montonero, colaborador de ANCLA.
En 1977 Mario Galli tenía 25 años. Había estudiado en la Escuela Naval. En noviembre de 1972, junto al también guardiamarina Julio César Urien, formó parte del levantamiento de oficiales y suboficiales de la Armada, de filiación peronista, que denunciaban el uso de técnicas represivas en la formación militar. Tras el episodio estuvo preso con sus compañeros hasta mayo de 1973.
Mario Galli pertenecía a la misma promoción de los represores Alfredo Astiz, Ricardo Miguel Cavallo y Carlos Guillermo Suárez Mason hijo. En 1974, tras la muerte de Juan Domingo Perón, fue expulsado de la Armada.
Militó en la Juventud Peronista y en Montoneros y se vinculó con el movimiento de Curas del Tercer Mundo.
Felisa, Mario y Patricia con su pequeña hija Marianela fueron secuestrados el 12 junio de 1977 y llevados a la ESMA. Patricia estaba embarazada de tres meses. Solo Marianela Galli sobrevivió.
Norma Leticia Batsche Valdez, de nacionalidad guatemalteca, militante montonera y colaboradora de ANCLA, compañera del también montonero Carlos Enrique Bayón, padres ambos de Leticia, aunque en el momento de ser secuestrada (15 de diciembre de 1976) ya estaban separados. A Norma la llevan con su hijita Leticia de 3 años a la ESMA, y luego la niña es entregada a un familiar que la devuelve a su padre.
Norma Leticia Batsche Valdez, militante montonera y colaboradora de ANCLA.
Carlos Enrique Bayón. Fue colaborador de ANCLA al igual que su primera compañera, Norma Leticia Batsche Valdés. Pocos días después de haber recuperado a su hijita, Bayón fue interceptado en la calle por un grupo operativo de la Marina el 22 de diciembre de 1976, mientras estaba con la nena que por segunda vez fue llevada por los militares y luego entregada a un matrimonio amigo de su madre. Bayón fue asesinado a balazos frente a su hijita en el mismo momento de su intento de secuestro.
Carlos Enrique Bayón, militante montonero, colaborador de ANCLA.
Miguel Coronato Paz, militante montonero y un activo colaborador de ANCLA. Su secuestro ocurrió el 11 de febrero de 1977. La versión es que se tomó la pastilla de cianuro que llevaban muchos militantes para no caer con vida en manos de los represores. Su padre, con el mismo nombre y apellido, fue un conocido guionista de radio y televisión.
Luis Alberto Vilellia, militante montonero colaborador de ANCLA, fue secuestrado el 13 de junio de 1977, y conducido a la Escuela de Mecánica de la Amada. Aún continúa desaparecido.
Adolfo Vicente Infante Allende y Gloria Kehoe Wilson estaban juntos desde 1974. Vivían en un departamento del barrio de Belgrano, tenían 36 y 22 años respectivamente. A él le decían Fito y había empezado a militar en la adolescencia en núcleos de la Resistencia Peronista. Para 1977, militaba en la Juventud Peronista y ese año se integró a la Agencia. Gloria había militado en un partido de izquierda cuando estaba en la secundaria; era escritora y estudiaba en la Facultad de Filosofía y Letras. En abril de 1977 había presentado un libro de cuentos, “Pico de paloma” y otros escritos, que se reeditó en 2005.
Adolfo Infante, colaborador de ANCLA.
PICO DE PALOMA- libro de cuentos 1976-2008 – GLORIA KEHOE
Graciela Kehoe, joven escritora, compañera de Adolfo Infante.
Cuando fueron secuestrados, compartían militancia en Montoneros. La noche del 13 de junio de 1977 irrumpió en su domicilio un grupo de alrededor de siete personas armadas y vestidas de civil. Adolfo y Gloria fueron llevados a una casa perteneciente al Servicio de Inteligencia Naval y luego, a la ESMA. Los dos continúan desaparecidos.
Lila Pastoriza integraba desde su inicio el equipo a cargo de ANCLA. Había militado en la Juventud Peronista y en Montoneros. Fue secuestrada el 15 de junio de 1977 en el barrio de Palermo por miembros del Servicio de Inteligencia Naval (SIN). Permaneció más de un año y cuatro meses detenida-desaparecida en la ESMA. Liberada en octubre de 1978, sus testimonios fueron fundamentales, entre otras cosas, para conocer el destino de los desaparecidos de ANCLA.
Con el secuestro de Lila Pastoriza, ANCLA se silencia. Menos de dos meses después, en agosto de 1977 Horacio Verbitsky, Lilia Ferreira y Luis Guagnini retoman el proyecto de la Agencia que sólo pudo funcionar unos pocos meses más. La continuidad de ANCLA se tornó difícil y peligrosa para los militantes, periodistas y colaboradores que la integraban y hacia el tramo final de ese año la Agencia dejó de funcionar definitivamente.
Lilia Ferreira, periodista, luchadora gremial y militante de Montoneros.Compañera de Rodolfo Walsh. Fue colaboradora de ANCLA en la segunda y última etapa de la Agencia.
Lilia Ferreira, militante montonera, colaboradora de ANCLA.
Luis “Lolo” Guagnini era un excelente periodista que trabajó en numerosos y conocidos medios locales e internacionales. A nivel militante, Guagnini colaboró en Cuadernos para el Tercer Mundo, Noticias (diario montonero) y en la revista clandestina Evita Montonera. También organizó el periódico El Auténtico que reflejaba los puntos de vista del Partido (Peronista) Auténtico en 1975. Guagnini colaboró con ANCLA y con Cadena Informativa, otro medio clandestino ideado por Rodolfo Walsh. Fue detenido en diciembre de 1977 y llevado al centro clandestino “El Atlético”, donde permaneció secuestrado varios meses. Aún permanece desaparecido.
GUAGNINI, LUIS
Luis Guagnini, periodista, militante montonero, colaborador de ANCLA.
Fuente: Resumen Latinoamericano