El 22 de julio de cada año se conmemora el Día Internacional del Trabajo Doméstico.
Como Comunidad Pentecostal Dimensión de Fe en IADLA y desde todas nuestros espacios y construcciones territoriales, decimos que las tareas de cuidado que sostienen a diario la vida de los millones de familias alrededor del mundo, a las que muchxs intentan romantizar y pintar como amor, es trabajo y un trabajo no remunerado.
Estas tareas domésticas recaen sobre mujeres, de todas las edades, desde niñas pequeñas hasta mujeres mayores, a cargo siempre del cuidado y acompañamiento integral de las infancias, de los varones de la casa, de la limpieza del hogar, de la preparación de la comida, de la compra y organización de insumos.
Seguiremos denunciando a este sistema capitalista, patriarcal y neoliberal que condena al despojo de todos sus derechos laborales a la inmensa mayoría de las mujeres alrededor del mundo, quienes habiendo dejado sus años de juventud, su energía, su vida, al cuidado de la familia – con lo que ese trabajo implica – ven hacia el final de sus vidas el nulo reconocimiento de su esfuerzo, careciendo de pensión propia, de años de jubilación, de agradecimiento y reconocimiento siquiera por parte del grupo familiar.
Reconocemos en Argentina los esfuerzos colectivos que devinieron en políticas públicas que buscan resarcir estas injusticias históricas en contra de las mujeres: jubilación para amas de casa y computación de más años de jubilación para mujeres por niñxs a cargo.
Que el feminismo abrasador siga incendiando toda injusticia, compañerxs y hermanxs.
¡Hasta que todas, todes y todos vivamos en verdadera y plena equidad de derechos, de dignidad!
#TrabajoDoméstico #TrabajoNoRemunerado #EconomíaFeminista #Feminismo #DDHH #Todxs